miércoles, 10 de septiembre de 2008

Los extranjeros con más partidos en la historia del Atlético de Madrid (2008)

El Atlético de Madrid ha tenido siempre extraordinarios futbolistas que cruzaron sus fronteras para dar lustre a nuestro escudo. Actualmente, dos sudamericanos, Agüero (a punto de entrar en esta lista) y Forlán, comandan a nuestro equipo, algo que se ha repetido a lo largo de nuestra historia (Griffa, Ayala, Luiz Pereira, Simeone, Hugo Sánchez…) y forma parte de nuestra idiosincrasia.
Sin embargo, desde otros muchos rincones del mundo -Portugal (Futre), Angola (Mendonça), Marruecos (BenBarek), Yugoslavia (Pantic), Suecia (Carlsson)- llegaron futbolistas que han marcado una época de rojiblanco.

VOTACIÓN DE NUESTRO MEJOR EXTRANJERO
Os adjunto un pequeño comentario de cada uno de los extranjeros que más veces han defendido la rojiblanca y os invito a que entre todos elijamos al mejor extranjero en la historia del Atlético de Madrid.
EL MÉTODO será el siguiente: cinco puntos al que consideréis el mejor, cuatro para el siguiente, tres, dos y un punto para el que escojáis en quinto lugar. De esta forma elaboraré una lista con los mejores extranjeros de la historia de nuestro club y haré un post personalizado de los tres primeros. Como ejemplo, la primera votación será la mía. También os invito, por supuesto, a contar alguna anécdota que recordéis de cualquiera de ellos.
¡¡Muchas gracias a todos!!

LOS 25 EXTRANJEROS CON MÁS PARTIDOS
1-Griffa 203 partidos 6 goles
2-Futre 173 partidos 38 goles
3-Mendonça 169 partidos 59 goles
4-Ayala 169 partidos 45 goles
5-Rubén Cano 167 partidos 82 goles
6-Donato 163 partidos 11 goles
7-Madinabeytia 159 partidos 153 goles encajados
8-Luiz Pereira 143 partidos 14 goles
9-Simeone 133 partidos 23 goles
10-Perea 122 partidos 0 goles
11-Leo Franco 121 partidos 109 goles encajados
12-Ben Barek 113 partidos 56 goles
13-Hugo Sánchez 111 partidos 54 goles
14-Cabrera 111 partidos 41 goles
15-Pantic 107 partidos 18 goles
16-Bejbl 105 partidos 2 goles
17-Votava 96 partidos 9 goles
18-Carlsson 87 partidos 31 goles
19-Schuster 85 partidos 11 goles
20-Dirceu 84 partidos 18 goles
21-Leivinha 83 partidos 40 goles
22-Jones 80 partidos 28 goles
23-Ovejero 78 partidos 3 goles
24-Baltazar 77 partidos 53 goles
25-Cacho Heredia77 partidos 9 goles

1-GRIFFA 203 partidos 6 goles
Temporadas: 1959-1969
Títulos: Una Liga (1966), tres Copas (1960, 1961, 1965) y una Recopa (1962)
Jorge Bernardo Griffa, argentino fichado de Newell’s Old Boys convirtiéndose en uno de los mejores centrales de la historia del Atlético de Madrid. El difunto presidente Vicente Calderón lo definió como “ejemplo permanente de honestidad y sacrificio”.

2-FUTRE 173 partidos 38 goles
Temporadas: 1987-1993 / 1997-1998
Títulos: Dos Copas (1991, 1992)
Paulo Jorge dos Santos Futre, santo y seña de la afición rojiblanca durante casi seis temporadas. Llegó como la bandera que llevó a Jesús Gil a la presidencia atlética, pero un enfrentamiento con él mismo y Luis Aragonés le sacaría del club en 1993. Su velocidad endiablada será recordada por siempre en el Vicente Calderón. Ha sido uno de los mayores ídolos de la historia atlética. Tras devanear por varios equipos (Benfica, Marsella, Reggiana y Milán) las lesiones lastran su carrera y vuelve a probar fortuna en el Atleti, pero ya sin forma y sin suerte y apenas disputa diez partidos ligueros.

3-MENDONÇA 169 partidos 59 goles
Temporadas: 1958-1967
Títulos: Una Liga (1966), tres Copas (1960, 1961, 1965) y una Recopa (1962)
Delantero angoleño que deleitó con sus goles y su clase al Metropolitano durante nueve temporadas. Coetáneo de Griffa en una de las mejores épocas del equipo colchonero, fue traspasado al Barcelona en el año 1967 en una transacción que tuvo gran repercusión en la época.

4-AYALA 169 partidos 45 goles
Temporadas: 1973-1980
Títulos: Una Liga (1977), una Copa (1976) y una Intercontinental (1974)
Llegó a un Atlético que acababa de proclamarse campeón de Liga en disputa con Barça, Español y Real Madrid. En su primera temporada el equipo alcanzó a la final de la Copa de Europa, pero el ‘Ratón’ Ayala no pudo jugarla por sanción. Este delantero argentino será recordado por su melena al viento cuando acometía sus carreras de vértigo y es una de las pocas viejas glorias cuyo nombre aún puede oirse coreado por el Calderón.

5-RUBÉN CANO 167 partidos 82 goles
Temporadas: 1976-1982
Títulos: Una Liga (1977)
Rubén Cano Martínez, argentino nacionalizado español, fue un extraordinario matador del área en las seis temporadas que vistió de rojiblanco (así lo reflejan sus números, a gol cada dos partidos). La nacionalización no fue en valde, ya que fue internacional con España y un gol suyo nos clasificó para el Mundial de su país, Argetina 1978. Se retiró en el Rayo y llegó a ser secretario técnico colchonero.

6-DONATO 163 partidos 11 goles
Temporadas: 1988-1993
Títulos: Dos Copas (1991, 1992)
Durante cinco años, como mediocentro o como defensa ofreció al Calderón su entrega, su capacidad para sacar la pelota y su buen golpeo a balón parado. En 1993 fue vendido al Deportivo de la Coruña, traspaso del que Jesús Gil siempre recordaba cómo le fue reprochado por su madre. El hispano brasileño se convirtió en incombustible en Coruña y llegó a ser internacional pasada la treintena.

7-MADINABEYTIA 159 partidos 153 goles encajados
Temporadas: 1958-1967
Títulos: Una Liga (1966), tres Copas (1960, 1961, 1965) y una Recopa (1962)
Este argentino de padres vascos inmigrantes resguardó la portería rojiblanca con solvencia durante nueve temporadas. Con Griffa, Calleja y Rivilla evitando que nadie le encarara, Madinabeytia se caracterizaba por una extraordinaria agilidad y le apodaban la araña. A los 33 años se marchó al Murcia donde colgaría los guantes tras dos campañas para volver a su país.

8-LUIZ PEREIRA 143 partidos 14 goles
Temporadas: 1975-1980
Títulos: Una Liga (1977) y una Copa (1976)
Como con Pablo y Perea, la afición del Calderón sufrió durante cinco años viendo a Pereira sacar el balón. Sin embargo, se trataba de un padecimiento mucho más digerible. El brasileño (38 veces internacional) se situaba en las antípodas de los dos citados anteriormente. Su exquisita forma de sacar el balón jugado rayaba la temeridad, burlando a los delanteros rivales. Tras su marcha del Manzanares jugó en Brasil hasta pasados los 40.

9-SIMEONE 133 partidos 23 goles
Temporadas: 1994-1997/2003-2005
Títulos: Una Liga (1996) y una Copa (1996)
Diego Pablo el ‘Cholo’ Simeone es uno de los mayores ídolos contemporáneos de la hinchada rojiblanca. Su primer año en la entidad no fue bueno para el club, pero le valió para ganarse un peso específico en el vestuario y ser uno de los líderes del Atlético del Doblete. Su garra, su lucha incansable y sus llegadas de segunda línea le hicieron imprescindible en sus equipos y en Argentina (106 internacionalidades). En el 97 fue traspasado al Inter, pero siempre expresó su deseo de volver. Lo hizo en el 2003, pero segundas partes nunca fueron buenas y se marchó mediada la campaña 2004-05, ya que no contaba con minutos.

10-Perea 122 partidos 0 goles
Temporadas: 2004-…
Títulos: Ninguno
El colombiano se ha ganado la renovación hasta 2011 con su tesón, profesionalidad y derroche constantes. En sus dos primeras temporadas protagonizó junto a Pablo una de las parejas más sobrias de la Liga. Después no ha rayado a la misma altura, pero se ha mantenido como titular fijo y su velocidad ha zurcido muchos descosidos. Este año, relegado al lateral lo tendrá más difícil con Heitinga y Ujfalusi. Como dato, es el tercer jugador en la historia del Atlético con más partidos sin ver puerta, sólo superado por Eusebio (223 partidos, 0 goles) e Iglesia (129, 0 goles).

11-Leo Franco 121 partidos 109 goles encajados
Temporadas: 2004…
Títulos: Ninguno
Llegó el mismo año que Perea y ha vivido el lento resurgir del Atlético tras la vuelta a Primera. No en vano, son de los pocos en esta ilustre lista sin títulos. Titular indiscutible estos cuatro años, sólo Abbiati la pasada campaña y las lesiones le han privado de sumar más minutos. Portero sobrio, ágil y parapenaltis, aunque discutido por algunos por no prodigarse en las salidas, este año tiene de nuevo competencia con Coupet, pese a haber comenzado como titular en Champions.

12-BEN BAREK 113 partidos 56 goles
Temporadas: 1948-1954
Títulos: Dos Ligas (1950, 1951)
Nació en Marruecos y deleitó en Francia, en el Marsella y el Stade Français. El Atlético le descubrió en este último y le fichó ya con 31 años. Pese a su avanzada edad, jugó de rojiblanco hasta los 37 logrando dos Ligas bajo el mando de Helenio Herrera. Cubrió el hueco de Campos en la mítica delantera de seda (Juncosa, Vidal, Silva, Campos y Escudero). Su extraordinaria elegancia y su capacidad goleadora (un gol cada dos partidos) hacen que todavía hoy sea recordado. No en vano, una peña atlética en Marruecos lleva su nombre.

13-HUGO SÁNCHEZ 111 partidos 54 goles
Temporadas: 1981-1985
Títulos: Una Copa (1985)
Pese a que muchos sólo le recuerdan dando volteretas vestido de blanco, sus primeras cabriolas en España se vieron en el Calderón. Sus goles y sus remates acrobáticos de rojiblanco se disfrutaron hasta el año 85, cuando la precaria economía del Atlético llevó a venderlo al eterno rival por la friolera de 200 millones de pesetas. Ese año, Hugo se proclamó Pichichi y marcó los dos goles que valieron para levantar su único título de colchonero, la Copa ante el Athletic. En la acera de enfrente conseguiría cuatro Pichichis más e infinidad de títulos.

14-CABRERA 111 partidos 41 goles
Temporadas: 1980-1986
Títulos: Una Copa (1985)
Compartió delantera y goles con Hugo Sánchez. Este delantero argentino, nacionalizado español, vivió a la sombra del azteca. Sin embargo, como él mismo reconocía, no todo eran desventajas: “Los defensas se obsesionan con Hugo y yo me valgo de ello”. Fue carne de banquillo durante muchos partidos, aunque el 85 fue su año. Con Luis Aragonés depositando su confianza en él, marcó 14 goles ligueros y se proclamaron campeones de Copa y subcampeones de Liga.

15-PANTIC 107 partidos 18 goles
Temporadas: 1995-1998
Títulos: Una Liga (1996) y una Copa (1996)
Ídolo del Doblete con sus fintas, sus goles de falta directa y su inagotable torrente de peligro a balón parado. Su gol en la final de Copa ante el Barcelona le valió un busto. Aunque también recordará a los blaugrana por el día en que hizo cuatro goles en el Camp Nou, pero el Atlético cayó 5-4 y fue apeado de la Copa. Juninho le cerró el paso en su último año y sólo la grave lesión del brasileño le dio más minutos (sólo 15 partidos de titular). Fichado del Panionios griego por 150 millones de pesetas ha sido uno de los fichajes más rentables del Atlético en los últimos años.

16-BEJBL 105 partidos 2 goles
Temporadas: 1996-2000
Títulos: Ninguno
Fue uno de los cuatro retoques del penúltimo Atlético de Champions. Definido como un “Vizcaino mejorado”, se trataba de un recuperador de balones incansable, aunque adolecía de dificultades a la hora de sacar el balón. Su último partido de rojiblanco fue el que consumó el descenso atlético en el fatídico partido del Carlos Tartiere (2-2). Fue traspasado al Lens francés y posteriormente regresó al Slavia de Praga, equipo del que fue fichado.

17-VOTAVA 96 partidos 9 goles
Temporadas: 1982-1985
Títulos: Una Copa (1985)
Este checo-alemán fue el dueño indiscutible de la banda derecha del Vicente Calderón durante tres temporadas. Era un futbolista que no se caracterizaba por grandes alardes, pero era un fijo en el once (31, 33 y 32 partidos ligueros por año). Se marchó con la Copa y el subcampeonato de Liga del 85 para recalar en el Werder Bremen, donde se retiró tras diez temporadas.

18-CARLSSON 87 partidos 31 goles
Temporadas: 1949-1953
Títulos: Dos Ligas (1950, 1951)
Con la marcha de Vidal queda una nueva vacante en la delantera de seda y ésta será cubierta por un menudo delantero sueco. Carlsson es fichado del Stade Français por recomendación de Ben Barek, con el que se complementó a la perfección durante cuatro años. Su regate eléctrico y sus pases milimétricos fueron claves para los dos Ligas de la mano de HH.

19-SCHUSTER 85 partidos 11 goles
Temporadas: 1990-1993
Títulos: Dos Copas (1991, 1992)
Hace quince años que Bernd Schuster dejó de vestirse la rojiblanca, sin embargo, aún hoy está en boca del buen aficionado atlético, que recuerda que no hemos vuelto a tener un director de orquesta como él. Cumplida la treintena arriba en el Calderón donde dirigió el juego colchonero durante tres años con una maestría incomparable. Sus desplazamientos en largo y su golpeo a balón parado aún resuenan a orillas del Manzanares. De carácter caliente, todavía recuerdo como, tras la eliminación ante el Parma en las semifinales de la Recopa dijo: “He insultado al árbitro en alemán, para que me entendiera”. Le cayeron seis partidos.

20-DIRCEU 84 partidos 18 goles
Temporadas: 1979-1982
Títulos: Ninguno
Centrocampista ofensivo de exquisita zurda vistió tres temporadas la camiseta del Atlético. Un auténtico peligro a balón parado era un jugador de mucho corazón. Internacional fijo con Brasil (44 veces), disputó tres Mundiales y en vísperas del de 1982 fue traspasado al Calcio italiano. Murió en un accidente de tráfico en 1995 y en una entrevista antes de fallecer aseguró que el Atlético era el club en el que “había sido más feliz”.

21-LEIVINHA 83 partidos 40 goles
Temporadas: 1975-1979
Títulos: Una Liga (1977) y una Copa (1976)
Compañero de Luiz Pereira en el Palmeiras, una aparición en el Carranza de 1975 hizo al Atlético que se fijara en ellos. Llegaron de la mano, pero Joao Leivinha se vio obligado a marcharse un año antes, castigado por las lesiones. Mientras Pereira deleitaba con sus excentricidades atrás, el mago Leivinha hacía llegar la bola, en paredes o en solitario, desde el medio campo hasta las redes rivales.

22-JONES 80 partidos 28 goles
Temporadas: 1959-1967
Títulos: Una Liga (1966), tres Copas (1960, 1961, 1965) y una Recopa (1962)
Coetáneo a Madinabeytia, Griffa o Mendonça, este guineano criado en Bilbao formó parte de uno de los Atléticos más temidos de la historia. Rechazado por el Athletic por su lugar de nacimiento, este extraordinario atleta (practicaba salto de altura, de longitud, pruebas de velocidad) demostró su enorme fuerza y su velocidad en el Metropolitano y en el primer año del Vicente Calderón.

23-OVEJERO 78 partidos 3 goles
Temporadas: 1969-1974
Títulos: Dos Ligas (1970, 1973) y una Copa (1972)
Iselín Santos Ovejero era un defensa de los de antes, corpulento, de los que amedrentaban a los delanteros rivales cuando les sentían cerca. Apodado el ‘Cacique del área’, este argentino de enorme casta y profesionalidad comandó la zaga rojiblanca durante cinco campañas. Consiguió dos Ligas y una Copa, pero se perdió por sanción, como Ayala, la fatídica final de la Copa de Europa del 74 por aquel nefasto árbitro de las semifinales en Glasgow. Posteriormente, ha sido segundo entrenador del Atlético muchos años y tuvo la suerte de sentarse como técnico titular en la Copa lograda en 1991.

24-BALTAZAR 77 partidos 53 goles
Temporadas: 1988-1990
Títulos: Ninguno
Con decir que este brasileño fue Pichichi en su primer año de rojiblanco con 35 goles en 36 partidos ya está todo dicho. Tras ser máximo goleador en Segunda con el Celta al marcar 34 tantos el Atlético se hizo con sus servicios. Tras una primera campaña espectacular, en la segunda coincidió con Clemente, que en ocasiones le relegó al banquillo. En la que iba a ser su tercera temporada, la llegada de Schuster le dejó sin ficha, al sumar con él cinco extranjeros (Futre, Donato, Schuster, Rodax y Baltasar). Incomprensiblemente, Ivic eligió a Rodax antes que al brasileño, que fue traspasado al Oporto. Gran goleador.

25-CACHO HEREDIA 77 partidos 9 goles
Temporadas: 1973-1977
Títulos: Una Liga (1977) y una Copa (1976)
Coincidió en el Atlético de Ovejero o Ayala, aunque, a diferencia de estos, sí tuvo la fortuna de disputar la mítica final de Copa de Europa de Bruselas ante el Bayern. De hecho, llegó al equipo junto con el ‘Ratón’, procedentes ambos de San Lorenzo. Titular indiscutible con la albiceleste, Cacho Heredia era un defensa sobrio que además daba buena salida al juego, no en vano, también jugó en ocasiones en el centro del campo. Con la llegada de Pereira en el 75 su función se vio un tanto ensombrecida, aunque dejó buen recuerdo en el club, al que volvería como técnico.

jueves, 28 de agosto de 2008

La noche más feliz

Me gusta que para llegar al Calderón tenga que atravesar las calles a trompicones y pidiendo permiso como si de una discoteca a rebosar se tratara. Me gusta no poderme pedir un mini en la ventanilla del bar el Chiscón porque lo tienen acordonado como un bunker. Me gusta ver a los antidisturbios apostados en la puerta y al del bazooka de pelotas de goma con su cara de Bruce Willis en Jungla de Cristal. Me gusta que la cola para entrar por la puerta 36 llegue casi a la piscina de los pisos de enfrente. Me gusta el blanco impoluto de las redes de las porterías y que sean plegables y me gusta que el rojiblanco de los banderines de córner haya dado paso al amarillo chaleco reflectante.
En realidad, la mayoría de lo citado anteriormente me gusta bastante poco, pero me gusta lo que todo ello implica: la Champions League.
Y
a es oficial, el Atlético de Madrid jugará la fase de grupos de la Liga de Campeones once años después. Y que más da si estamos en el bombo cuatro y probablemente el nuestro sea el grupo de la muerte. Yo en septiembre voy a escuchar el himno de la Champions en mi estadio, y eso, ya no me lo quita nadie.
Subí las escaleras del Calderón a la carrera, ya que la interminable cola reseñada me hizo perderme el primer minuto de juego y el homenaje de Kiko y López al Kun Agüero por el oro olímpico. Ambos disputaron el último partido de Champions del Atleti hasta la fecha y a buen seguro que su presencia ayudó para la mágica atmósfera que se formó en el Manzanares 

MI CULO Y LA CARA DEL KUN
Acompañado de mi padre y mi novia, repartí el periódico para ponerlo sobre los asientos y decidí que si alguien tenía que poner el culo sobre la cara del Kun Agüero ese era yo. Nos dio suerte.
El primer cuarto de hora se pasó sin apenas darme cuenta, lo que no era positivo, ya que la idea era intimidar desde el inicio. Sin embargo, en la primera llegada, el Atleti dio en la diana. Forlán se sacó un zurriagazo que repelió un defensa alemán aún no sé cómo, pero el rechace cayó a Perea que la colgó como si hubiera estado poniendo balones toda su vida y allí apareció el Kun para poner la cabeza. Todos le esperaban y no falló. 19 minutos y la eliminatoria igualada. Todavía no comprendo cómo los alemanes le dejaron rematar solito.
Con el primer objetivo cumplido los rojiblancos no se volvieron locos. El conjunto alemán no pasaba del centro del campo, mientras que el indultado Maniche y Maxi ponían la garra en la parcela ancha luchando cada balón.
Y sin hacer demasiado, Simao estuvo a centímetros de poner el segundo. Una llegada desde la izquierda acabó con un remate que el poste escupió fuera igual que podía haberse ido dentro. Por entonces rezaba para que no tuviéramos que acordarnos de esa ocasión.
El descanso llegó con los alemanes tocando más balón de lo recomendable, aunque en ningún momento daban la sensación de poder hacer daño y de no ser porque el traje de Leo Franco estaba hecho con el mismo material que los banderines nadie nos hubiéramos percatado de su presencia.

EL GUIÓN SOÑADO
En el descanso soñaba con que Aguirre les diera una arenga para que salieran a comerse a los germanos según salieran por la bocana. Y aunque el azteca es más de recordarles que hay tiempo hasta el noventa para poner el segundo, Forlán lo hizo en cinco minutos.
Ya había avisado Raúl García con un tiro al lateral de la red, pero fue el uruguayo el que puso el éxtasis con un zurdazo de delineante que se alojó junto al poste haciendo estallar al Calderón. El guión era el que hubiera escrito cualquier atlético y mientras celebraba el tanto, miré al cielo del Calderón, oscuro, sin ni una estrella, y fui feliz.
Pero aún quedaba un mundo y en ese largo trecho mi novia me preguntaba por qué el Atleti se metía atrás en vez de ir a por el tercero que diera la tranquilidad.
Intenté explicarle que en parte sería por Aguirre, porque ahora eran los alemanes los que estaban eliminados y que, por desgracia, conforme pasaran los minutos el campo se inclinaría hacia el fondo norte, ya que cuanto más cerca vieran el objetivo, menos riesgos querrían correr los rojiblancos.
Y así fue. Aguirre dio entrada a Luis García y a Assunçao por Forlán y Maniche (pocas veces alguien con tan poca pinta de futbolista dio tanto). Dos cambios ligeramente defensivos. El Shalke dio dos sustos. El primero se paseó por delante de la meta de Leo y el segundo lo sacó el argentino tras un tiro de Westermann.
El reloj se quedaba clavado en el minuto 79 cuarto de hora, pero cuando por fin llegó el 80 el Calderón tocó el cielo de la Champions.

DIEZ MINUTOS DE ÉXTASIS

Agüero (con jet lag) hizo un par de fintas y sacó un derechazo que despejó Schober. Pero recogió el rechace, resbaló, y se la puso a Luis García, que empujó al Atleti a la Liga de Campeones. Ahora sí estaba hecho. Quedaban diez minutos para disfrutar. Para cantar, para hacer la ola, para botar, y para sudar como un cochino en la calurosa noche madrileña como si también hubiera jugado.
Hubo incluso tiempo para el cuarto, de Maxi de penalti, en una jugada que nuevamente inició el Kun y acabó Simao, que fue arrollado por Pander, héroe de la ida y expulsado en la vuelta.
42 euros de la entrada de mi novia, 85 del abono total, otros 40 para la borrachera de antes, durante y, sobre todo, después del partido. Ver al Atleti en Champions, once años después, no tiene precio.

viernes, 25 de julio de 2008

LA ENTREVISTA: Mono Burgos: “Cuando me dijo el doctor que tenía cáncer le dije: me opero el lunes, que este domingo tengo partido”

Liado en la “construcción de su quinto disco” es mala época para entablar conversación con Germán Adrián Ramón Burgos (16-04-1969, Mar del Plata, Argentina), más conocido como el Mono. El nombre de su grupo de rock, The GARB, responde a las iniciales de su interminable nombre, lo del apodo del Mono es cosa de un entrenador, Carlos Griguol: “Al verme un tipo de metro noventa, en vez de decirme gorila me llamó mono”. “Pero esta cara acepta todo tipo de motes”, asegura entre risas.

Así es el Mono, un hombre radiante donde los haya, con la carcajada por compañera en todo momento, aunque te hable del cáncer de riñón que le apartó del fútbol durante un tiempo en el año 2003: “Fue algo inesperado. Vienen un día y te dicen, te tienes que operar que es cáncer. Yo tenía que jugar ese fin de semana contra el Mallorca y le dije al doctor: me opero el lunes. Pero los médicos y Luis me dijeron que me tenía que operar ya y decidimos hacerlo lo más rápido posible y fue acertado”.
Entonces, Burgos señaló al tabaco como el traidor que le llevó al quirófano, sin embargo, “como buen adicto”, no lo ha abandonado: “He vuelto al cigarro y es algo que tengo que superar. Si es tan difícil la adicción a un cigarro, yo me pregunto por toda esa gente que está con drogas duras, que los pobres se tienen que internar. Uno no ve el cigarro como una adicción, pero es terrible”.
UNA CICATRIZ DE 35 PUNTOS
Una cicatriz de 35 puntos le recuerda el fantasma del cáncer, pero no es suficiente para dejar el vicio: “Yo me la veo todos los días y nada, estoy ahí ‘turoneando’”.
Su otro gran vicio es el fútbol, deporte que convirtió en filosofía de vida: “Siempre llegaba dos horas antes al entrenamiento. Ahí me veían los utilleros y me preguntaban si es que me echaban de mi casa. Yo les decía que no me echaban, que me adelantaba a que me echara mi señora. Pero eso es lo lindo del fútbol. Uno tiene que vivir para el deporte, uno tiene que estar permanentemente a disposición de la gente y entregarlo todo. He jugado, me he divertido, he salido campeón. Y decirte claramente que esas dos horas que yo pasaba en el entrenamiento, mira que hago un montón de cosas, pero no las he podido equiparar. Mira que tengo una banda de música, me han recibido de entrenador, salgo en la radio, en la televisión, escribo para el periódico Marca. Y todo eso que hago fuera no equipara el sentimiento de haber estado dentro de una cancha e ir a entrenar”.

SUS ÍDOLOS, HUGO GATTI E HIGUITA
Y es que Burgos siempre vio el fútbol como una forma de “divertirse”, de “ser feliz dentro de la portería”. Y esto lo aprendió de dos grandes porteros: “Mi ídolo siempre fue Hugo Gatti y tengo una amistad con Higuita. Siempre me han gustado los porteros que ven la portería como un lugar donde divertirse. Y yo consideré ésta como la mejor manera de jugar”.

LA EXPERIENCIA DE SEGUNDA CON EL ATLÉTICO
Y durante tres años se divirtió y nos divirtió bajo la portería del Vicente Calderón, aún a costa de hacerlo en Segunda División: “Era terrible, hermoso. Me acuerdo de un partido con el Leganés, en Butarque, y ver cómo iba llegando la gente al estadio, era todo rojiblanco, creo que hasta los propios de Leganés ese día se vistieron de rojiblanco. El tema de Segunda, ver cómo llenaban todos los estadios, era maravilloso.
El ascenso fue una gesta que hicimos con Luis, con el profe Paredes, fue impresionante, no me arrepiento para nada porque fuimos campeones”.

LA SALIDA DE LAS ALCANTARILLAS
Y el Mono se convierte en icono publicitario rojiblanco y sale de las alcantarillas de Segunda con el Atleti “porque nadie quería salir de la alcantarilla, era mi papel”. ¿Otra razón habría? “Me eligieron a mí, porque ya sabes cómo son las agencias publicitarias, necesitaban a uno feo”. Siempre de risas.
Y recuerda “los clásicos contra el Madrid, contra el Barça, eso es imborrable” y el Manzanares: “Pisar el Calderón, con toda esa furia que tiene la gente, eso es maravilloso”. Y aquel penalti que le paró a Luis Figo en un Madrid-Atleti en el Bernabéu (2-2): “Por supuesto, es uno de los balonazos que menos me han dolido. Eso es un recuerdo de por vida. Tuve la suerte de pararla con la nariz y eso es otra anécdota que se queda y que es maravillosa”.

TORRES, "EL MOTOR DE LA FERRARI"
Y en esos años en el Calderón, daba sus primeros pasos un Niño de 17 años llamado Fernando Torres: “Tenía el motor de la Ferrari y sólo faltaba ponerle las calcomanías”. Y ya en esa época se podía intuir el final del romance Torres-Atleti: “El club descargó en él esa presión que necesita todo jugador, pero todo jugador veterano. Él lo sintió. El segundo año en Primera fue cuando yo lo noté, no porque se le notara a él ¿eh? Sino porque yo, siendo veterano, sabía lo que iba a ocurrir. Salir en todos los lados, en la prensa, en un montón de entrevistas, eso pesa”.
Y de un niño, a otro niño, compatriota de Burgos, el Kun Agüero: “Jugó mucho antes en Primera. Él ya tiene una experiencia, debuta muy pronto en Argentina, como Messi, y ha quemado ciertas etapas. Quizá Fernando si hubiese jugado con más corta edad hubiera podido soportar lo de después”.

AGÜERO SEGUIRÁ EL MISMO CAMINO
Pero el Mono tiene muy claro que Agüero seguirá el mismo camino que Torres: “Agüero tiene muchísimas cosas por demostrar todavía, pero va a ocurrir lo mismo que con Fernando, que la gente del Atlético se vaya preparando porque en cualquier momento viene alguien que saca la billetera”.
Y piensa que su salida será inevitable, aunque el Atleti gane algún título y se afiance en la Champions: “Ojalá el Atleti gane, pero viste cómo es esto. Un caso más grande, como es el de Cristiano Ronaldo, que está en otro equipo importante y se pelean por él. Hay gente que está dispuesta a pagar lo que sea y esto mismo va a pasar con Agüero”.

DE LEO FRANCO, A DE GEA
Qué mejor que un ex portero rojiblanco para hablar de los últimos cancerberos del Atlético. En el pasado debate entre Abbiati y Leo Franco, para Burgos no hay duda: “Claramente Leo. De condiciones siempre le vi mejor. Y no me tira el patriotismo para nada”.
Como tampoco las hay en el presente con la llegada del francés Gregory Coupet: “Es un portero de garantías, pero más que nada le han traído para lo mismo que Abbiati, para cubrir el banco”.
Y en el futuro, Burgos cree en De Gea: “Es muy buen portero, he estado trabajando con el Tercera y veía a De Gea a menudo en la categoría inferior. Creo que puede ser el portero del primer equipo, tiene muchas garantías y muchas condiciones para hacerlo”.

JUGÓ LESIONADO PARA QUE NO JUGARA PICHU CUELLAR
Pero Burgos salió del Atlético precisamente por no precipitar el debut de otro canterano. Un fatídico partido de Copa en el Sánchez Pizjuan, 4-0 para el Sevilla, fue el último para el Mono, que jugó lesionado: “No jugué al 100%. Mira cómo son las cosas. ¿Sabés quién tenía que jugar si no jugaba yo? Jugaba Cuellar. Con tres años menos de lo que le pasó después contra el Barça, que le metieron seis. Yo sabía que no podía dejarlo jugar porque no estaba preparado este chico para jugar todavía”.
Pero esa decisión fue la que puso fin a su carrera. El Atlético no vuelve a confiar en él y a final de temporada no renueva su contrato. Sin embargo, “lo volvería a hacer sin ninguna duda”.
“El tema es estar y jugártela por el equipo. Ése es el verdadero sentimiento del futbolista, el que lo da todo. Yo no creo en las medias cosas. Es de esa manera y nada más. A mí se me podrán achacar un montón de cosas en los goles, pero arrugarme y meterme debajo de la cama, jamás”, sentencia.

ADIÓS AL ESPÍRITU DEL GUERRERO
Y tras el Atlético, la retirada. Burgos no volvió a jugar al fútbol profesionalmente: “Ya no iba dos horas antes. Y si iba dos horas antes del entrenamiento me preguntaba ¿qué hago acá tan temprano? Te abandona el espíritu del fútbol, del guerrero y es mejor retirarse y quedarse tranquilo”.
“Muerto el futbolista, lo que queda es el músico”. Pero entre los polifacéticos desempeños de Burgos, el argentino tiene claro cuál es su reto para el futuro: “Siempre tengo la esperanza y la ilusión de ser feliz y uno tiene que apostar por eso. Haciendo las cosas medianamente bien la felicidad llega y ésa es mi apuesta”. Apostamos por ello.

• Escucha la entrevista íntegra con Germán el ‘Mono’ Burgos

viernes, 18 de julio de 2008

Agüero y la teoría de la conspiración

Hay un dicho periodístico que reza: “No dejes que la realidad te estropee una buena noticia”. Como principio no es muy ético, pero es innegable que la prensa lo utiliza (lo utilizamos) como mentiras ‘piadosas’ para atraer la atención del lector cuando creemos tener una buena noticia.
Y
una buena noticia para la prensa madrileña es dar pábulo a la posible salida de Sergio Agüero.
Donde dije Torres, digo Agüero
, y ‘colocado’ el ‘Niño’ el pasado verano en el Liverpool, toca vender humo con la marcha de Agüero hasta que ésta se consume y todos los medios al unísono se feliciten diciendo “Ya lo adelantó tal…el año pasado…y el anterior…y el otro”.
Viene todo esto al titular con el que nos desayunábamos los atléticos ayer en el diario AS. Agüero: “Quiero quedarme en el Atlético un año o dos”.
A la llegada a la redacción algún compañero ya se mofa: “Si yo fuera atlético estaría preocupado”. Y uno, lógicamente, se preocupa. Pero como ya no nos chupamos el dedo, y después de ver que el Marca no hablaba de “uno o dos años”, sino de “muchos años”, intenta buscar la fuente original, Radio La Red de Argentina, y, vaya por donde, encuentra el audio de la entrevista.
Y resulta que es cierto que Agüero habla de “uno” o “dos” años, pero sin el ‘o’ y continuado de un “los que sean”, que, lógicamente, el periodista de turno omite porque queda menos gracioso.
Aquí os adjunto el audio
, porque yo no soy tonto y ya me intuía yo que Agüero tampoco. Si se tiene que ir, se irá, pero déjennos un poco tranquilos y háblennos del mediapunta que tiene que llegar, en vista de que Van der Vaart ya es portada, porque va a venir al Madrid, cuando antes era pie de página.
Al menos, que los atléticos sepamos la verdad.

AUDIO: “Hable con mi representante sobre los rumores, pero le dije que mi intención es que, terminé la temporada y quiero seguir un año más en el Atlético. Uno, dos, los que sean. Pero yo quiero seguir en el Atlético. Me siento muy bien, estoy muy cómodo y la verdad es que estoy contento y no tengo pensado irme a ningún lado, aunque vengan Chelsea o Manchester”.


viernes, 4 de julio de 2008

¿Y por qué no la bandera del Liverpool?

Hoy, 4 de julio, se cumple justo un año desde que Fernando Torres se despidiera de nosotros. Convocó a la prensa a las diez de la mañana para decir que se marchaba, “que la oferta del Liverpool era difícil de rechazar”, “que nunca había mentido”, “que siempre había dicho que su idea era seguir aquí y que cuando tomara la decisión de marcharse lo diría y aquí estaba”.
Enrique Cerezo
se apresuró a aclarar en la introducción que la decisión de salir había sido única y exclusivamente de Fernando Torres:
“Ahora que quieres dar un paso en busca de nuevos retos…el Atlético te comprende y te deja partir con la esperanza de que vuelvas… Él quiere cumplir sus objetivosRespetamos su nuevo deseo y le deseamos un futuro lleno de éxitos…”.
Ha pasado un largo año y la mayoría de aficionados atléticos no le hemos olvidado. Torres ha logrado lo que buscaba (mayor reconocimiento, competir hasta el final en las máximas competiciones continentales, figurar en la lista de los grandes galardones) y el Atleti también ha crecido, alcanzando tras once años la clasificación para la Champions.
Agüero
ha ocupado el hueco del Niño
en nuestros corazones, y el camino al campo no se hacía tan duro sabiendo que no estaría Fernando, ya que nos esperaba el Kun.


IMPOSIBLE OLVIDARLE
Sin embargo, este mes de junio se ha hecho imposible olvidar a Fernando. Ya reconocido por todos como una de las máximas figuras de la selección española, el ‘Niño’ se encumbró en la final (como en la Sub 16 o la Sub 19) con el gol que dio a España su primera Eurocopa tras 44 años.Muchos atléticos sabíamos que marcaría. Y nos alegramos, ya que mucho madridista había salido de sus madrigueras con el diente afilado de nuevo hacia Torres, que estaba completando un campeonato discreto. Al menos, no a la altura de sus números en el Liverpool.


EL ESCUDO DEL ATLETI
España se coronó, e Iker Casillas y Fernando Torres (como ya vaticinó Cuatro) se erigieron como héroes. La selección vino a Madrid, en el típico autobús descapotable de estas grandes citas (en nuestra época se hacía en carrozas…), y escuché que Fernando lo hacía luciendo una bandera de España con un gran escudo del Atlético de Madrid. De su Atleti. De nuestro Atleti.Al escucharlo mostré cierta incredulidad. Una nueva sensación agridulce (como vengo experimentando con Torres estos últimos 365 días). Y cuando lo comprobé con mis propios ojos, sentimientos encontrados. Por una parte, la satisfacción de ver que Fernando reivindicaba ante España sus verdaderos colores. Pero, por otro, desengaño: ¿por qué no el escudo del Liverpool? ¿Por qué lucir el del equipo que decidiste abandonar? ¿Y por qué ahora? ¿Por qué no hace un año?

LA CAMISETA QUE QUEMABA
Justo hace 365 días, Enrique Cerezo regaló a Torres la camiseta del Atleti de la temporada que venía “como prueba de que siempre estarás con nosotros” (o algo parecido). Fue un gesto de cara a la galería, pero resultó patético. Mientras Cerezo la agarraba de un lado para exhibirla ante los fotógrafos, Torres tiraba del suyo, la arrugaba y la escondía con premura.

¿FALTA DE RESPETO?
Hay quien apuntó que podía tratarse de un intento de no faltar al respeto al nuevo club con el que iba a presentarse apenas horas después. ¿Pero por qué ahora así? ¿Ahora no es una falta de respeto? ¿Y realmente iba a faltar al Liverpool luciendo la camiseta del equipo que había sido su casa durante doce años?
Sólo puedo explicarme el gesto de Torres aquel día con la idea de que no quiso seguir el juego de Cerezo. No quiso formar parte de su farsa, aunque sí lo hizo con su discurso, en el que no dejó atisbo alguno a que se fuera obligado (como apuntan muchos) y puso el peso de la decisión sólo sobre sus espaldas.
Ha pasado un año y yo no he olvidado a Torres, como los novios resentidos cuando les han dejado, perdono, pero no olvido. Me gustaría poder cantar los goles de Torres a pulmón abierto, como antes, porque los marque con el escudo del Atleti en el pecho. No en un autobús.

lunes, 30 de junio de 2008

Un triunfo con millones de caras, pero sobre todo una, la de Luis Aragonés

España ya no es una bagatela. Los hombres de Don Luis Aragonés lograron anoche su segunda Eurocopa, lo que les coloca como el segundo país más laureado del viejo continente, sólo por detrás del equipo al que ayer se obligó a realizar una genuflexión: la tricampeona Alemania.
Tras 44 años de ‘ventaja’ al resto de países, España es la segunda potencia de Europa
, empatada con Francia con dos Eurocopas, y por delante de selecciones como Italia u Holanda, que sólo han ganado una, o Inglaterra, que jamás ha levantado el cetro continental.

OTRA VEZ TORRES
Y todo gracias a un gol marcado por un hombre al que todavía apodan el Niño, que ya había dado a este país dos europeos con sus tantos (Sub 16 y Sub 19) cuando realmente sólo era eso, un niño.
Fernando Torres volvió a reivindicarse como lo hacen los grandes: en el momento decisivo. Y volvió a callar bocas como siempre ha hecho desde que debutó en el primer equipo del Atlético de Madrid. Por desgracia, antes las callaba de rojiblanco. Ahora ya sólo defiende la ‘Roja’ (la del Liverpool y la de la Selección), pero me alegro por él, aunque el sentimiento no es el mismo que cuando estaba de nuestro lado.

LUIS, COMO UN NIÑO
Especialmente me alegro por Luis Aragonés. Ese hombre. A sus casi 70 años, ver su cara de felicidad como si también fuera un niño casi me humedeció los ojos. Verle levantar los brazos como símbolo de victoria. Verle reir temeroso mientras era manteado por sus chicos...
Luis ha dado a España una alegría que no habían visto muchas generaciones y que otras ni recordaban. Y, sobre todo, se ha dado a él mismo la despedida que se merece. El colofón a una carrera plagada de éxitos. El reconocimiento a su sapiencia insondable.
Ahora, todos aquellos que clamaron por su cabeza hace dos años le preguntan lastimosamente si no se plantea quedarse.
No se me ocurre mejor forma de salir. Ahí tienen su Eurocopa, gracias por todo y adiós.

LAS CARAS DE LA VICTORIA
La cara de Luis es la que mejor escenifica este triunfo. Pero ha sido una victoria con muchísimas caras. La de Iker Casillas. Ese chico que no es galáctico, sino de Móstoles. Que cae bien a indios y culés. Para el que prevalecía levantar un título con su selección antes que con el Real Madrid.
La de Sergio Ramos, y su nuevo recuerdo a Antonio Puerta: “Siempre con nosotros”.
La de Puyol o Xavi, dos súper cracks que han soportado dos años muy duros desde su sentido barcelonismo.
La de Senna, ese hombre nacido en Brasil que se ha convertido en el pulmón de España.
La de Dani Guiza, que ha lucido afeitado y arquero por toda Europa.
La de 'Marchena Beckenbauer'. La de Cazorla, ese asturiano que ni iba a ir a la cita, pero se ha erigido como el revulsivo. La de Silva o la de Iniesta, que representan mejor que nadie el ‘tiki-taca’ de esos locos bajitos.
Y la de Fernando Torres, por supuesto, que también sabe jugar con la selección.

ORGULLO DE SELECCIÓN
Y la de los 44 millones de españoles que han podido pasear con orgullo ese sentimiento de selección que según muchos no existía en este país.
Un orgullo que afloró especialmente cuando, en los últimos minutos, España plasmaba su superioridad presionando a los alemanes en su propia área y tocando en campo ajeno en el minuto 92, cual rondo en un entrenamiento, evitando cualquier opción de resurgimiento germano. Y es que ya lo dijo Fernando Torres: "Esta Eurocopa la ha ganado el mejor".
Una Eurocopa de todos y para todos, que supone un antes y un después en la historia y en la mentalidad de nuestra selección porque ¡¡hemos podido!!, porque ¡¡podemos!!

viernes, 23 de mayo de 2008

LA ENTREVISTA: Adelardo: "Mi mayor orgullo ha sido defender la camiseta del Atleti. Lo más importante es poder decir que he cumplido mi deber"

Todavía le tiembla la voz cuando habla de aquella final en Bruselas de la Copa de Europa del 74. Cuando un gol de un tosco central del Bayern de Munich, en el último minuto de la prórroga, privó al Atlético de Madrid de alcanzar el cetro europeo. La final fue… fue… una cosa… que es algo incomprensible. Teníamos el partido bien controlado, pero el fútbol es impensable, y en el último segundo nos empataron el partido. La UEFA probó ese año el partido de desempate, y era algo tan malo que nadie pensó que pudiera ser así”.
Sin embargo, así fue, y dos días después el Atleti era barrido por el Bayern. 4-0. “Yo estaba derrotado, tenía un tironcito en el gemelo y a las 48 horas tuvimos que salir a jugar. Pero estábamos destrozados moralmente y el Bayern nos pasó por encima”.

Es Adelardo Rodríguez Sánchez (Badajoz, 26-09-1939), historia p
or antonomasia del Atlético de Madrid. El jugador con más partidos en el club rojiblanco (401, sólo en Liga) y 17 temporadas (1959-76) dando lustre al escudo del oso y el madroño: tres Ligas, cinco Copas del Rey, una Recopa de Europa, una Copa Intercontinental y el citado subcampeonato de la Copa de Europa.
Desde entonces han pasado 32 años y el palmarés obtenido no hace sombra a lo logrado por Adelardo en la mitad de tiempo. La historia está ahí, pero al equipo le va a costar mucho volver a ganar tantos títulos. Europa se ha venido muy arriba, los equipos es
tán muy igualados. Y para querer ganar algo, aparte de desearlo, hay que echarle narices”.

SUS DOS 'LUNARES'
Adelardo ficha por el Atlético de Madrid con 20 años procedente
del Badajoz y a los 11 minutos del debut (Las Palmas-Atlético=0-3) marca su primer gol. El día del estreno como internacional, un España 2-1 Brasil, Adelardo también hace un tanto. Sin embargo, el pacense no se considera un hombre “con mucha estrella”: Hubo dos puntos en mi carrera que la empañaron un poco. La famosa final de la Copa de Europa, que por segundos no fuimos campeones, y el Mundial del debut en Chile. Tuvimos la clasificación en la mano y por un árbitro dichoso no la conseguimos”.

“JUGÁBAMOS DE OÍDAS”
En esos tiempos, el Atleti jugaba con Madrid y Barça de poder a poder (diez temporadas entre los tres primeros, y un séptimo lugar como peor campaña). Y Adelardo tiene claro por qué: “No se fichaba a lo loco. Era un equipo que estaba hecho. Se iban reponiendo las piezas que por edad o por lesión le faltaban al equipo. En aquella época, al estar tanto tiempo los jugadores juntos, jugábamos casi de oídas y eso influye mucho”.
Por ello aplaude que se haya renovado a Javier Aguirre y que vaya a continuar el bloq
ue. Aunque tiene claro el puesto a reforzar: “Un jugador que organice el mediocampo y que mande en ese equipo”.
Sin embargo, como dijo Pitarch, el nuevo estadio y la nueva ciudad deportiva harán finalmente que se resienta el desembolso en la otra pata del banco, la deportiva: Todo no
se puede juntar. Eso es lo malo. Habrá que fichar jugadores que sean necesarios  y que no cuesten mucho dinero. Si el equipo va para arriba pues ya vendrá la época de las vacas gordas y se podrán fichar más jugadores”.

ADIÓS AL CALDERÓN
Y el que iba a ser ‘salvador’ traslado a La Peineta no es algo nuevo
para Adelardo. El mítico futbolista rojiblanco vivió el abandono del Metropolitano camino al cálido Vicente Calderón: Ahora es diferente. Con más sentimiento. Son muchos años en el Calderón, lo inauguramos nosotros. Yo llegué estando ya el Metropolitano. El campo estaba muy destartalado y había que cambiar. La gente estaba más mentalizada. Ahora va a costar un poco, pero la gente se tiene que dar cuenta de que el campo está en una zona en la que es muy difícil ir en coche, aparcar. Va a costar mucho, pero la vida sigue y hay que aceptarlo”.
Y en ese estadio, que inauguró Adelardo, y Luis, y Collar, se vivieron muchos derbis, incluso con goleadas, como un 4-1 en el 72 que el centrocampista extremeño recuerda con especial cariño:Los derbis, que ahora dicen que son Madrid-Barça, entonces eran los Atleti-Madrid. Era el partido del año. Nosotros cogíamos el calendario en cuanto salía a ver cuándo nos tocaba con el Madrid”.

EL ATLETI, "EL ORGULLO DEL DEBER CUMPLIDO"
Y quién mejor que Adelardo para explicarnos qué
significa vestir la camiseta del Atlético de Madrid: “El mayor orgullo como jugador de fútbol ha sido jugar en el Atlético, llegar a un equipo de Primera, un chaval de provincias. Desde el primer día me salen las cosas bien. El primer gol en el primer partido de Liga. Y quizá se cumplió una profecía que hizo mi padre, que en paz descanse, que me dijo que, si me dedicaba al fútbol, llegara a un sitio y plantara raíces y no fuera un transeúnte de equipo en equipo. El mayor orgullo para mí ha sido defender la camiseta del Atleti, 401 partidos de Liga y casi 600 oficiales... Eso es para mí lo más importante: decir que he cumplido mi deber y me fui, aunque podía haber jugado algo más, pero ya había llegado mi hora”.
Y, ante mi sorpresa, Adelardo piensa que es factible que alguien supere su récord de 401 partidos como rojiblanco: “Yo pienso que sí. Tienen más probabilidades porque debutan antes, muy jóvenes: el caso de Torres, el de Camacho, el de De Gea, que es jovencito y tiene mucho camino por recorrer”.
Sin embargo, Adelardo es consciente de que los tiempos han cambiado y los futbolistas no acostumbran a quedarse una vida en el mismo equipo:Es más difícil, porque hoy día el futbolista va al mejor postor. Es una carrera corta y lo que quiere es ganar dinero. Pero antes había unos sentimientos por un club, que había apostado por ti”.

EL INTENTO DEL BARÇA…
Pero Adelardo confiesa que también tuvo sus ofertas para haber salido del Atlético: “Aparte, no te dejaban moverte, porque a mí me vino a fichar el Barcelona y no me dejaron marchar. No es como ahora, que tú dices: o me das más o me voy al Barcelona o al Valencia. Pero en aquella época el que mandaba era el club y el jugador no pintaba para nada”.
Y hablamos de uno que podía haber batido ese récord, Fernando Torres: “Sentí su marcha, pero me alegré por él, mejoraba muchísimo. El club vio una oportunidad para hacer fichajes con su venta. Pero mucho fichaje y luego ha resultado que la pérdida de Fernando Torres ha sido muy sentida por todos”.
Y ya en Liverpool, Torres denunció que a su llegada al primer equipo nadie le enseñó lo que era el Atlético. ¿Quién se lo enseñó a Adelardo allá por 1959?: “Llegas a un club y te enteras, coges libros… y eso que antes no había el marketing de ahora. Pero sí el contacto con la gente. Se vivía mucho con el club, se hacía todo en el club. Se vivía mucho con los empleados. Y ese sentimiento, se aprenden cosas que te van diciendo, que te van contando: el mayor portero, el mayor delantero. Hoy día hace falta más información a esa juventud, a esa cantera que tienen los equipos hoy día”.
Pero el momento crítico de la entrevista llega cuando pregunto a Adelardo por el mejor jugador que haya visto en el Atlético de Madrid. El pacense resopla, “no quiere herir susceptibilidades”, pero tras varios circunloquios nos da algún nombre: “Luis, un especialista en faltas, que metía muchos goles, Gárate de cabeza, Ufarte con el dribling y jugando de extremo era una maravilla, Peiró con su zancada. Te voy dando muchos nombres porque el Atleti ha tenido siempre jugadores buenísimos”.

“UN HAT TRICK DE ÉSOS”
Ya terminando la entrevista, el ínclito centrocampista rojiblanco nos deja una anécdota impagable: “Ahora me estoy enterando de que un día yo metí tres goles. Eso que ahora se llama un hat trick de ésos. Y no se regalaban balones ni nada de eso”.
Como epílogo, el deseo de Adelardo para el futuro: “Deseo siempre lo mejor para el Atleti porque además tiene una afición envidiable que se merece mucho más de lo que está recibiendo. Me gustaría que consiguieran un título y que se consolidara el equipo en Europa porque es importantísimo para continuar esa historia que ha sido muy grande, pero que por las circunstancias se va perdiendo poco a poco”.
Y, mientras pronuncia estas últimas palabras y nos despedimos afectuosamente, me invade una sensación de tristeza al pensar las infinitas historias sobre un Atleti grande que todavía podría contarme. Adelardo Rodríguez, leyenda en rojo y blanco.

 

lunes, 28 de abril de 2008

El fútbol desde Getafe se ve mejor

No quiero expresar con esta afirmación que el fútbol que uno presencia en el Alfonso Pérez sea mejor (que también), sino que en Getafe, esa modesta ciudad al sur de Madrid, el fútbol de Primera se ve mucho más cerca y se aprecia con mayor nitidez.
El fútbol de Primera en el Coliseum no parece tener nada que ver con el rimbombante circo de estrellas que nos encontramos cada domingo en el Vicente Calderón
. Desde el Coliseum, salvando las distancias, uno presencia el fútbol como si todavía se encontrara viendo un partido de Segunda B. Y en esas circunstancias, uno aprecia cosas que se pierde desde la vorágine del Calderón.

PUDE VER…
Conseguí una acreditación para el partido y supongo que en mi perspectiva influiría (y mucho) el hecho de que en el Coliseum sitúen a la prensa inmediatamente detrás del palco (a dos filas de Gil Marín y García Pitarch y a cuatro de Enrique Cerezo, concretamente). Nada que ver con mi habitual butaca en el segundo anfiteatro del Vicente Calderón.
Y fueron muchas las cosas que pude observar desde tan privilegiada posición. Pude ver a Gil Marín marcharse en el descanso del partido. Pude comprobar cómo sufro sensiblemente más que García Pitarch y Cerezo (al que sólo vi lamentarse cuando Camacho hizo el penalti). Pude ver como Luis García no podía con las botas desde el minuto diez de la segunda parte (no paró de acercarse al banquillo a pedir agua) y cómo, pese a ello, Aguirre no le dio el relevo por De las Cuevas hasta el minuto 78.

DE LAS CUEVAS Y SU FAMILIA
Pude ver como De las Cuevas fue el único que se dio un sprint en la segunda mitad. Y pude ver, al final del partido, cómo Miguel salió del estadio a saludar a su familia, que había venido a verle. Allí comprobé cómo sus padres abrazaban con orgullo a un chico de 21 años que tras una gravísima lesión ha conseguido jugar en el Atleti (pero poco). Y vi cómo le preguntaban por qué Aguirre le saca tan poco. Y vi cómo el pobre Miguel sólo podía torcer el gesto. Y vi cómo su hermano pequeño, de unos 14 años con la camiseta de De las Cuevas enfundada, le interrogaba sobre si habían estado perdiendo tiempo al final del partido. Con un empate. Con el Getafe…
Pero todo eso fue al final. Al principio, pude ver cómo el Getafe marcaba un golazo a los 12 minutos. Como un centro desde la derecha de Cortés era empalado en una maravillosa volea de Albín a la red. Y es que a Albín ayer le salía todo (o casi): regates, rabonas, taconazos, una falta a la escuadra… el uruguayo sembró el terror en la ya de por si atemorizada zaga atlética.

"EL ATLETI NO JUEGA UNA PATATA"
Vi cómo el Atleti intentó acercarse tímidamente con la desventaja, pero sólo Agüero creaba peligro (Forlán no está). Y fue Agüero el que empató (de la nada). Justo cuando escuché a un aficionado azulón exclamar que “el Atleti no jugaba una patata”, y que “cómo ese equipo se podía meter en Copa de Europa”. Justo cuando rebufó viendo un patadón al viento de Luis García. Justo ahí, marcó Agüero. El patadón del catalán lo convirtió Agüero en asistencia. En un forcejeo con Belenguer, el capitán getafense fue al suelo y sin que a Abbondanzieri le diera tiempo a salir, el Kun fusiló con la zurda. La caída de Belenguer fue muy protestada por la grada, que coreó el “fuera, fuera” y no tardó en pedir la expulsión del argentino en una mano (amarilla) y en una faltita a Cortés que para muchos ya debió ser la roja.
Supongo que sería el ambiente hostil. El verme cohibido en ese post palco sin la protección de mi bufanda. Pero sufrí como nunca en la segunda mitad. Resoplé sin parar y miré el reloj cada 30 segundos. Nunca pensé que firmaría un empate en Getafe. Pero sí.

VISIÓN MUY PREOCUPANTE
Fue muy preocupante lo que vi en la segunda parte del Coliseum. Muy preocupante. Vi un futuro negro que nos dejará sin Champions en la penúltima jornada ante el Depor (ojalá me equivoque).
Vi un equipo fundido. Partido en dos. En el que sólo subían Forlán, Agüero, Maxi y Luis García, y en el que sólo bajaban los otros seis. Especialmente representativa me pareció una contra con los cuatro protagonistas anteriormente citados en la que, con Luis solo, Agüero decidió tirar flojo y al centro jugándosela él. Las caras de sus tres acompañantes eran un poema. Ninguno bajó, por supuesto.
Vi a Raúl García especialmente fallón. A un Pablo lento como el caballo del malo. A un Pernía que se ganó la expulsión en la primera media hora con sus coces. Y a un Camacho que (me duele lo que voy a decir), pero hizo bueno a Cléber. Imagino que serán por sus tiernos 17 años, pero el chico juega excesivamente acelerado. Y son múltiples las faltas innecesarias que hace. Entra a destiempo, mide mal, y se le ve correr mucho, pero mal. Como colofón, hizo un penalti con una mano extendida inexplicable. Todavía le falta cocción.
Con el penalti se me cayó el mundo encima. Pero entonces apareció De la Red (algo abucheado por tener ya la cabeza en el Madrid) y Leo Franco. Y el argentino volvió a parar un penalti para aquellos que dicen que es un portero que no da puntos (el de ayer, vale para seguir manteniendo un partido de ventaja respecto al Sevilla).

SE MASCA LA TRAGEDIA
Decía Augusto César Lendoiro, hace ahora 14 años, cuando su equipo no ganaba (1º), pero tampoco lo hacía el Barça (2º), que “seguía la misma diferencia de puntos, pero con una jornada menos”. El Atleti se muere, pero dos máquinas de respiración asistida (Racing y Sevilla) le mantienen con vida artificialmente. No quiero ser agorero (ojalá me equivoque, repito), pero tengo marcada la penúltima jornada ante el Depor en negro en mi calendario.
Por cierto, Lendoiro perdió esa Liga…en el último minuto.