viernes, 30 de abril de 2010

¡En el minuto 102, como en el 96!

No me defino como una persona supersticiosa. Pero sí tengo ciertas manías, sobre todo en el fútbol, que repito irracionalmente si el equipo gana. Ir al estadio con la misma camiseta, no cambiar la foto del Calderón de fondo del móvil, llevar la bufanda de Lisboa a los partidos de UEFA...
Anoche, cuando el árbitro dio paso a la prórroga, me volví y le dije a mi padre y a mi novia: “Vamos a pasar. Ayer escribí la crónica de la final que ganamos al Barça en el 96... y fue en la prórroga”.
No esperaba ese gol de Benayoun al poco de comenzar, que por unos momentos me hizo pensar por qué siempre Dios se olvidaba de nosotros.
Pero entonces, un balón largo al flanco derecho lo ganó Reyes por arriba a Jonhson, la puso al corazón del área con el exterior y allí apareció Forlán, que con un zambombazo descomunal reventó las redes de Anfield y descargó la rabia de varias generaciones de atléticos, de 24 años, sin ver una final europea.
Di un salto de la silla y lo celebré con tanta fuerza que me hice daño en el hombro derecho (aún me duele :)
Entonces, miré a la tele para ver el tiempo. Minuto 102. El mismo minuto en el que Pantic, catorce años antes, metió la cabeza para dar un título al Atleti. Forlán fue Pantic, y se quitó la camiseta para celebrarlo como aquella noche de abril del 96 hizo el serbio (con algún músculo menos).
Besé a mi novia y abrace a mi padre y les dije con una sonrisa que no me cabía en la cara: “Minuto 102, como el gol de Pantic”. No podía ser de otra forma. Estábamos en la final.

COMIENZO ANGUSTIOSO, POR LA RADIO
Me perdí los diez primeros minutos del partido. Acabamos tarde el ensayo del informativo que será el trabajo final del Master. En el coche, escuché el “You'll never walk alone” y sufrí con los comentarios de Lama. Un tiro de Benayoun en los primeros segundos; Tres corners en minuto y medio; “No están nerviosos, están cagados”; “Al Atleti ya sólo le quedan 86 minutos de sufrimiento”; “Acabamos de confirmar que, efectivamente, el Kun y Forlán sí están jugando”...
Así que aparqué el coche con una rueda subida en la acera y me reuní en un bar con mi novia y mi padre para comprobar en primera persona el sufrimiento del Atleti, sin que nadie me lo contara.
El partido se serenó con mi presencia, el Liverpool ya apretaba menos, y el Atleti incluso se permitió dos llegadas. Primero, un trallazo de Raúl García que Reina sacó con apuros. Después, un excepcional pase de Reyes a Agüero, que burló a Reina, pero, sin ángulo, sacó un centro que no encontró a nadie.

LA REALIZACIÓN DE TELECINCO, DESESPERANTE
Entonces era el realizador de Telecinco el que me desesperaba. Para despedirle. Un plano (malo) de Torres en la grada de casi un minuto, con el balón en juego; otro de Simao saltando a la zona del público con la pelota todavía en el campo; y uno de Quique en el banquillo ¡con el Liverpool atacando en la frontal del área! Sin palabras...
La inclusión de Aquilani en el Liverpool (no sé cómo Benítez no le saca más) hacía daño al Atleti. Su movilidad entre líneas, unida a las apariciones de Benayoun y Kuyt y el poder combinatorio de Gerrard, provocaban que los Reds merodearan el área con peligro.
Y fue el italiano el que marcó. A minuto y medio para el descanso, Benayoun se volteó dejando atrás con demasiada facilidad a Reyes en un saque de banda, y su centro atrás lo enganchó Aquilani junto a la cepa del poste izquierdo de De Gea (1-0). Eliminatoria igualada.

LA BOLA NO LLEGABA A AGÜERO Y FORLÁN
Estaba claro que el Atleti necesitaba un cambio de actitud. Se había dejado apabullar por el Liverpool y era tiempo de dar un paso al frente: un gol español obligaba a los ingleses a hacer dos.
Y el Atleti tuvo más la pelota. Pero no lo suficiente. Raúl García abusaba del pelotazo y se empeñaba en tirar de lejos (hasta tres veces) animado por el buen resultado de su primer intento.
Simao aparecía muy lejos del área y Reyes siempre tenía un tío encima. Agüero ni la olía y Forlán sólo tocaba en medio campo. Se hacía necesaria la presencia de Reyes en el centro, para buscar ese pase decisivo que encontrara un hueco. Pero Quique no movía el banquillo para saca al utrerano de la banda.

DOMÍNGUEZ Y PEREA, DOS COLOSOS
Mientras tanto, cada ataque del Liverpool era cortado por la exquisitez de Domínguez (no falla una) y la fuerza y la anticipación de Perea. Dos colosos. Una vez más, reivindico el papel del colombiano, denostado por tantos.
En los minutos finales, Glen Johnson, reconvertido a lateral izquierdo ante la colocación de Mascherano en el derecho, hizo algo que no había hecho en todo el choque: subir. Y en una de sus incursiones puso en apuros a De Gea con un disparo con la diestra.
El Zhar entró por Aquilani pensando en la prórroga, mientras Quique seguía sin mover el banquillo.
LA PRÓRROGA Y FORLÁN QUE NO FALLA
Me pregunto si el madrileño, al que hay que dar las gracias por lo que está logrando, hubiera dado entrada a Jurado si no hubiera marcado Benayoun.
A los cinco de la prórroga, el israelí controló solo en el pico izquierdo del área, y sacó un zurdazo cruzado que De Gea no pudo repeler. 2-0. El Atleti estaba eliminado. La cara del ex del Racing era de gran emoción y parecía dar gracias a Dios. Yo, me preguntaba dónde estaba.
Entonces, apareció Jurado, que en una internada por el centro sacó un derechazo que se fue abriendo hasta lamer el poste. Después, fue Reyes el que con un zurdazo abajo comprometió a Reina. Y entonces el éxtasis.
Minuto 102 y la jugada mencionada. Diego Forlán, que una vez más demostró que en los partidos grandes tenerle de tu lado es una bendición (cómo se desfondó, apareciendo de lateral derecho, de mediocentro, y dejando hasta la última gota de sudor) fusiló a Reina como les he relatado al principio. Era su primer disparo a puerta. El único. ¡Pum! Suficiente.
Sufrí en el último cuarto de hora. Sudé durante todo el partido, casi tanto como Forlán. Resoplé, me tapé la cara. Pero al final fui feliz. “Cuando seas mayor no vas a poder ver el fútbol. Te va a dar un infarto”, me dijo mi padre.
Como estuvo a punto de darnos a todos cuando, en los segundos finales, Jurado buscaba un pase interior o Salvio tiraba a puerta, en vez de esconder la pelota y llevársela a Madrid.

FUI A NEPTUNO, A DISCULPARME
Al final, alegría desbordada. 24 años son muchos. Demasiados. Yo no vi lo de Lyon. Y por eso, camino a casa de mi novia, viendo Carabanchel lleno de camisetas, bufandas y banderas rojiblancas. Los cláxones inundando las calles por el triunfo de nuestro equipo. Lo mismo por Paseo de las Delicias. Y al llegar a Neptuno, no pude reprimirme, y bajé a visitarle. Sólo fue un rato. Pero quería saludarle. Y disculparme. Ponte guapo, le dije. Vengo a pedirte perdón, porque el 12 y el 19 no podré verte. Estaré en Hamburgo. Y en Barcelona. Disfrútalo hijo, creo que me dijo. Neptuno estaba sonriendo.

miércoles, 28 de abril de 2010

Atlético de Madrid 1-0 Barcelona Campeón de la Copa del Rey 1996

Mañana debe ser un gran día. El Atlético de Madrid debe ratificar en Anfield la superioridad que demostró en el Calderón y meterse, por primera vez en 24 años, en una final europea. La historia nos espera (mañana, espero que el 12 de mayo, y el 19 en la final de Copa), por ello, he querido traer a nuestro recuerdo el último título de Copa. La final de 1996, del año del Doblete. Esperemos vivir en los próximos días imágenes como éstas.

ATLÉTICO DE MADRID 1
Molina; Geli, Santi, Solozabal, Toni; Caminero, Vizcaino (82' Biagini), Pantic, Simeone; Kiko (85' Roberto), Penev (62' López).
BARCELONA 0
Busquets; Celades (17' Ferrer), Nadal, Sergi; Bakero (62' Roger), Guardiola, Amor, Popescu; Figo (75' Prosinecki), Hagi, Jordi Cruyff.
GOLES: 1-0- Pantic (102')
CRÓNICA DE LA ÚLTIMA COPA
Fue una Final con mayúsculas. Con su héroe absoluto, Milinko Pantic, autor del gol definitivo, mostrando una clase y un saber estar insultantes en cada acción, coreado por su afición a cada corner. Y con varios secundarios destacados: el pundonor de Simeone, la elegancia de Caminero, la seguridad de Molina, los cruces de Santi, las carreras de Biagini... Salía el Atleti del Doblete (aún no se sabía, pero esa noche empezó a confirmarse) a La Romareda con su once de gala. Ése que todos, aún 14 años después, recitamos de memoria porque no ha habido otro mejor.
Comenzó el Barça valiente, fiel al estilo de Cruyff, con sólo tres hombres atrás: Celades, Nadal y Sergi. Aunque pronto, debido al dominio atlético, Johan decidió que era mejor que Popescu les acompañara en la zaga, abandonando el puesto de falso interior izquierda con el que empezó.

INICIO DE RESPETO
Fue un inicio de partido trabado, con mucho respeto. Como una final. Era tiempo de tantear quién mandaba ahí. Y pronto Lubo Penev dejó claro a Figo que esa noche no estaba para bromas, sacándole los dientes tras una entrada del portugués.
El Atleti iba probando el terreno: un pase con intención de Kiko, una falta colgada por Pantic, un tiro desviado del jerezano.
Entró con muchas ganas el “arquero”, pero no fue esta su noche. Ya tuvo muchas otras, no era cuestión de abusar.
El Barça dio el primer susto en un cabezazo de Figo que lamió el larguero. Aunque el árbitro, Diaz Vega, anuló la jugada por fuera de juego. Impecable toda la noche la defensa rojiblanca tirando la línea. Hasta el minuto 120.
Los blaugranas también mostraban sus cartas, siempre buscando el pase interior. Y una falta envenenada de Gica Hagi encontraba la mano firme de Molina. Celades, lesionado, debía ceder su puesto a Ferrer.
Aún era tiempo de medirse, y Guardiola y Kiko, amigos fuera del campo, nos deparaban una de esa imágenes que han quedado para el recuerdo, con un enganchón dialéctico entre ambos.
Simeone daba muestras de su casta en medio campo, intentando meterse en batallas imposibles, saliendo victorioso o derribado entre tres contrarios.
Y mientras, Kiko lo seguía intentando. Su ocasión más certera, terminó con un zurdazo buscando la escuadra, que no la encontró por poco.
La primera parte acabó con una internada de Ferrer, cuyo centro fue rematado por Jordi Cruyff por encima del larguero.
45 minutos de tanteo, dominio atlético, pero sin oportunidades claras en ningún bando.

EL ATLETI METIÓ UNA MARCHA MÁS
Salió el Atlético del descanso decidido a meter una marcha atrás. Así, Kiko continuaba buscando las cosquillas entre líneas y Caminero volvía loco con sus recortes a Popescu.
Los de Antic apretaban al Barça, pero en dos contragolpes, Jordi Cruyff y Figo avisaron de que no habían dicho su última palabra, aunque sus disparos no entrañaron demasiado peligro.
Entonces, fue el turno para Milinko Pantic. El serbio, inició su repertorio de recortes y centros envenenados, escorado a la banda derecha, cual extremo, para entrar más en juego.
Un corner botado por él, fue rematado por Simeone y encontró el brazo de Roger. Nadie vio nada.
El banquillo ya se había movido, y el de Sabadell había sustituido a Bakero, mientras que López había saltado, de extremo derecha, por un cansado Penev.
El huy se cantó con fuerza en el minuto 65, cuando en un balón largo, Caminero midió su carrera con la salida de Busquets, llevándose el rebote, pero la pelota salió desviada por poco.

SUSTO EN EL TRAMO DECISIVO
El partido entraba en el tramo decisivo, el último cuarto de hora, y el Atleti seguía siendo el claro dominador de la contienda. Cruyff daba entrada a Prosinecki por Figo para intentar tener más posesión. Y llegó el susto.
No se puede ser campeón sin dosis de suerte, y el Atleti la tuvo en este lance. Hagi se internó por la izquierda, combinó con Sergi y el centro del catalán fue cabeceado por Jordi... al larguero.
El temblor del travesaño se contagió a los de rojiblanco, que decidieron que el tiempo de arriesgar había pasado
y guardaron la ropa en los minutos del miedo. Biagini entró por Vizcaino, tocado, y Roberto dio el relevo a Kiko. Ya se pensaba en la prórroga.

LA PRÓRROGA
Los minutos finales depararon un hecho decisivo. Guardiola, con un tirón, debería jugar la prórroga cojo. Con una venda comprimiendo su muslo derecho, el elegante mediocentro culé aguantaría hasta el final relegado a la banda derecha.
Con esa ventaja, el Atlético se reafirmó en su autoridad, y tocó con paciencia en busca del espacio. Biagini lo intentaba con entusiasmo, y a Simeone aún le quedaban fuerzas para seguir su batalla rodeado de camisetas blaugranas.
En una contra, Hagi se adelantó a la salida de Molina, pero su vaselina, muy forzada, se convirtió en un globo que salvó Solozabal. No tendrían otra.

Y EL GOL QUE VALIÓ UN BUSTO
En el minuto 102 de partido, Delfi Geli, discreto durante todo el choque, llegó a línea de tres cuartos, utilizó a Roberto para elevar a su máxima literalidad el concepto de pared, y se coló hasta línea de fondo. Allí, la puso al primer palo, donde apareció una cabeza en la que ya amanecían entradas y que pasará a la posteridad convertida en busto, para cruzar el balón al palo largo de Busquets (1-0).
Era Milinko Pantic, un hombre que persiguió un sueño durante toda su vida, triunfar en el fútbol de élite, y que lo veía cumplido rayando la treintena. No podía ser más justo.
Con el gol, llegó el descanso. El Atleti estaba a cuarto de hora de levantar su novena Copa del Rey, y la afición colchonera era un clamor.
Cruyff apuró su último cartucho, y sitúo a Miguel Ángel Nadal de delantero centro. Pero los de Antic siguieron fieles a su estilo hasta el minuto 120, y con la defensa adelantada hicieron incurrir al manacorí en varios fueras de juego. Javier Clemente, comentarista esa noche de TVE, se desesperaba: “Esta corriendo muchos riesgos el Atleti manteniendo la defensa así”.

LOS MINUTOS DE MOLINA
Fueron los minutos en los que la figura de José Francisco Molina se agigantó ensombreciendo a todos
, multiplicando sus centímetros en cada balón colgado por Hagi, Prosinecki o Sergi, saliendo raudo cuando era menester, y proclamando que nadie iba a rematar en su área. Y nadie lo hizo.
Un mano a mano de Caminero, que salvó Busquets con el pie derecho, pudo dar la tranquilidad y adelantar la fiesta a falta de ocho minutos. No era nuestro estilo.
El tiempo se le escapaba al Barça entre las manos y cada acción se aceleraba. Solozabal vio la roja tras parar dos ataques de Hagi y Jordi, pero, un minuto después, Sergi siguió el mismo camino tras verse obligado a agarrar a Pantic, que en el minuto 118 le escondió la pelota como el que burla a un niño. Por primera vez, el “Campeones, campeones” salió con fuerza de las gargantas de los aficionados rojiblancos.

"SI HAY DIOS ARRIBA..."
Un voleón de Geli en el área dio paso al pitido final de Diaz Vega. Y entonces, estalló la locura. Simeone corría enarbolando una bandera rojiblanca, Kiko y Caminero se abrazaban, Santi, Toni y Vizcaino compartían confidencias con una sonrisa emocionada.
Y Radomir Antic confesaba al periodista que, “si hay Dios arriba, tiene que ayudar algo”, antes de salir a la carrera para disfrutar del éxito "con sus jugadores".
Aquella noche, todavía con 14 años, cuando paseaba a mi perro, cogí una tiza y en una pista de fútbol sala cercana a mi casa, escribí con las letras más grandes que pude: ATLÉTICO DE MADRID, CAMPEÓN DE COPA.
Han pasado 14 años y, desde ese Doblete, el Atleti no ha vuelto a levantar un título.
Si hay Dios arriba, esperemos que en los próximos días se acuerde de nosotros.

domingo, 25 de abril de 2010

Este año sí habrá niños del Atleti

Era un día bonito: tiempo espectacular, el sol por todo lo alto, una afición con ganas de animar a su equipo tras la importante victoria frente al Liverpool, y el estadio repleto de niños con sus camisetitas rojiblancas.

EL DÍA DE SALVIO
Qué mejor día para que nuestra futura estrella, el Toto Salvio, se reivindicara que el Día del Niño.
Su día. A sus 19 años, el argentino formó dupla atacante con su compatriota, el Kun Agüero, y destrozó a la defensa tinerfeña a la contra. Jugó donde tiene que jugar, arriba, en punta, liberado de obligaciones defensivas y de trabajos tácticos que desconoce. Y destacó.

Comenzó asustando el Tenerife, con un disparo al poste de Ayoze con un futbolista rojiblanco tendido en el suelo. Pero se adelantó el Atleti.
En una rápida contra propiciada por Salvio, éste sirvió para Agüero, cuyo tiro lo salvó Sergio Aragoneses, pero el Toto mandó el rechace a la red. Primer gol del argentino con la camiseta colchonera (1-0).
Tomó el mando el Tenerife, al que una victoria le habría sacado del descenso tras el empate del Málaga y la derrota del Zaragoza, pero cada réplica de los locales era mortal.
Tuvo una Agüero tras hacer tres recortes; más tarde, Tiago mandó otra al larguero; y Jurado remató fuera una tercera en posición franca. Hasta que volvió a marcar Salvio. En una buena apertura a banda derecha de Tiago para Valera, el murciano la bajó con el pecho y puso un gran centro al área, que Salvio remató de primeras a gol. 2-0.
Quiso coronar su extraordinario partido el ex de Lanús cuando, al borde del descanso, robó la cartera a un zaguero tinerfeñista cerca del área, y, aunque algo escorado, buscó superar a Sergio Aragoneses con la zurda. El ex rojiblanco le privó del hat trick.

EL TENERIFE APRETÓ, EL KUN SENTENCIÓ
En la segunda parte, el empuje de Dinei y de Kome desde segunda línea metió al Atleti en su campo, con Nino siempre merodeando el gol.
En una internada del propio Dinei, De Gea sacó el disparo abajo con la pierna derecha, pero la jugada continuó y acabó con un pase atrás y un tiro perfectamente ajustado de Román Martínez (2-1).
Fueron los minutos de los isleños, cuyos 400 incondicionales desplazados al Manzanares se animaron con el “este partido, lo vamos a ganar”. Pero era el día de los niños del Atleti.
De todos menos de Ibra
, que, después de estar calentando toda la segunda mitad, vio cómo Quique llamaba a falta de 20 minutos a Simao y a Forlán, para dejarle a él los preceptivos cinco minutitos.
Me imagino la cara que debió quedársele al pobre chico. Cosas de Quique.
Por fortuna para los rojiblancos, el recién entrado Diego Forlán conectó con Agüero, que aguantó hasta la cocina las embestidas de Pablo Sicilia para cruzarle la pelota a Aragoneses. 3-1 y a pensar en Anfield.

POR LOS NIÑOS DEL ATLETI
Otros años
, viendo a los niños volverse tristes a sus casas después de un mal resultado uno se preguntaba ¿pero cómo va a haber niños del Atleti?
Pero este año es distinto. En las caras felices de los más pequeños, en el brillo intenso de sus ojos después de ver ganar a su Atleti y de celebrar un gol de su ídolo, uno puede vislumbrar que esta temporada va a pasar algo grande.
Hace casi dos décadas, un niño de nueve años afianzó su amor por este equipo después de ver a Futre levantar la Copa del Rey en el Bernabéu, ante el Mallorca, tras un gol de Alfredo. Y es que son los títulos y las gestas los que atraen a los pequeños hacia los equipos.
Ese niño era yo. Y hoy, ya bien crecidito, auguro que este año serán muchos los niños que se van a hacer del Atleti. No les decepcionen. Hay que aprovecharlo.


* Nota: El próximo miércoles, publicaré la crónica del Atlético de Madrid-Barcelona de la final de la Copa del Rey de 1996, el año del Doblete.
Será la primera crónica de una serie sobre las últimas finales jugadas por el Atleti, para ir creando ambiente de cara a la histórica cita en Anfield y la próxima final de Copa.

viernes, 23 de abril de 2010

Cumpleaños feliz

La noche de mi 29 cumpleaños (qué viejo me hago ya) pasará a la historia como la noche en que el Atlético de Madrid ganó 1-0 al Liverpool en las semifinales de la Copa de la UEFA (me da rabia que le hayan cambiado el nombre justo el año que vamos a ganarla).
Era el partido más importante de los rojiblancos en once años. Desde las temporadas 98-99 y 97-98 el Atleti no se había visto en otra igual (estuvimos recordando las últimas semifinales europeas hace dos semanas). Y en aquellas citas, los rojiblancos también jugaron la ida en casa frente a dos equipos potentes (Lazio y Parma) dilapidando en ambos casos muchas de sus opciones de llegar a la final (0-1 y 1-3).
Anoche fue distinto y el 1-0 (resultado que pronostiqué y que firmaba en mi artículo de análisis del Liverpool) tiene que ser suficiente para llegar a una final europea 24 años después. Allí el Liverpool tendrá que arriesgar, tendrá que dejar más espacios, y allí estará el Kun Agüero para maravillar a Europa con su magia, como ya hizo en Lisboa o en Valencia.

EL PENÚLTIMO JUEVES
Por penúltima vez tuve que salir antes del Master (acabamos en dos semanas y pongo rumbo en prácticas a la redacción de deportes de Telemadrid), después de que mis compañeros me cantaran el cumpleaños feliz, satisfechos con una sabrosa bandeja de pasteles.
El ambiente en el Manzanares era inmejorable. “Parece que esta noche se juega algo importante”, le comenté a mi padre. Todos los aledaños del Calderón estaban bañados por una marea rojiblanca, que hacía de las calles la discoteca más intransitable en hora punta.
El día había comenzado bien. Quitando a aquellos que me felicitaron cumplidas las doce de la noche, el primer sms de felicitación era del Club Atlético de Madrid, que me invitaba al Museo del estadio en los próximos 15 días. Tenía que ser una señal.

EL GOL DE LA AFICIÓN
Y el primer gol lo metió la afición. Apenas disputados ocho minutos, y tras el mosaico que materializaba la que ha sido la canción oficial de la temporada (“Volveremos a ser campeones”), Jurado se internó por la izquierda para asistir a Forlán. El uruguayo intentó rematar de cabeza, pero la dio con la oreja. El balón quedó muerto para que el Bota de Oro lo intentara por segunda vez, y el aliento de la afición empujó el balón para que no lo pudiera sacar Carragher. Me recordó al gol que metió Luis García al Chelsea en las semifinales de Champions del 2005. Y ya sabemos cómo acabó el Liverpool ese año.

EL ATLETI DE LOS JUEVES
El tempranero tanto hacía que el 1-0, con el que me conformaba a priori, supiera a poco, y más cuando ya era patente que el Atleti de esa noche era el de los jueves. Ese Atleti serio, disciplinado, extra motivado. Ese Atleti en el que a cada balón dividido van tres de rojiblanco; en el que cada pelota suelta es para los del escudo del oso y el madroño; en el que todos juegan en su sitio y Reyes despliega todo su arte encargando sotanas a medio Liverpool; y Forlán se parte la cara como antaño; y Ujfalusi demuestra que de lateral es un guerrero implacable; y Perea convierte los pitos en ovaciones cerradas, probando a sus detractores que su velocidad y su anticipación en el cruce es vital en las grandes citas, y que es el mejor central de la plantilla junto a Domínguez.
El Liverpool se vio dominado en todo momento por el equipo español, y sólo dio un par de coletazos mediada la primera parte. Primero, el árbitro anuló un gol de Benayoun por fuera de juego (al parecer estaba en posición legal). Y después Gerrard estrelló en el lateral de la red un disparo con la zurda. No hubo más Liverpool. Y no hubo más Gerrard, que sólo en los primeros compases buscó siempre el pase en profundidad sin éxito.

SE ROZÓ EL SEGUNDO, SUBIDOS A UJFALUSI
El primer acto acabó sin mayores sobresaltos y el Atleti buscó sentenciar en la reanudación comandados por Ujfalusi. Ya en la primera parte él mismo finalizó una jugada personal disparando fuera.
En la segunda, en una rápida contra asistió de manera magistral a Simao, que apareció en el segundo palo y con un zurdazo a bote pronto hizo lucirse a Reina.
Minutos más tarde, se metió hasta la frontal del área y allí recortó para sacar un zurdazo que puso en serios aprietos al portero español.
Su carrera desordenada melena al viento, casi a trompicones, acaba siempre en buen puerto. Con él en banda, el lateral suma.
Mientras tanto, Benítez buscaba soluciones desde el banquillo quitando a Ngog (desaparecido) por Babel. Pero se demostraba que, sin Torres, los Reds a domicilio no tienen llegada.
La desesperación del Liverpool se hizo patente en el 65, cuando Gerrard intentó un disparo desde el centro del campo a falta de más opciones.
El partido murió en el área de los ingleses, con dos corners consecutivos que acercaron al Atleti a lo que habría sido un premio más justo.

VOLVEREMOS A SER CAMPEONES
El 1-0 es un buen resultado en Europa. A Benítez le queda Anfield. Pero el Atlético ya estuvo allí el año pasado y, tras el "You'll never walk alone" del inicio, las únicas gargantas que escuché fueron las rojiblancas. “Volveremos, volveremos. Volveremos otra vez. Volver a ser campeones, como en el 96”.

martes, 20 de abril de 2010

Análisis del Liverpool FC; un hueso antes de la final

EQUIPO PREVISIBLE:
25 Reina;
2 Johnson, 16 Kyrgiakos, 23 Carragher, 5 Agger;
18 Kuyt, 20 Mascherano, 21 Lucas Leiva, 15 Benayoun;
8 Gerrard, 24 Ngog.

Entrenador: Rafa Benítez (Sexta temporada)
Mientras el Liverpool de Rafa Benítez, y sin Fernando Torres, ha emprendido ya su rocambolesco viaje rumbo a Madrid, por los caprichos del volcán islandés Eyjafjalla, voy a ofreceros mi análisis del conjunto inglés.
Para realizarlo, he contado con la inestimable ayuda de mi colega bloggero Jorge Olmos, autor del blog Atlético&Liverpool, desde el cual sigue la trayectoria de los dos clubes que ama.

PRIMERA VENTAJA: EL VIAJE
La expedición Reds ha partido hoy en tren a las 12:00 horas hacia Londres, en un trayecto de dos horas y media. Allí, cogerán el Eurostar rumbo a París, un tren de alta velocidad que recorrerá 465 kilómetros en dos horas y cuarto. Ya en París, donde harán noche, los ingleses cogerán un tercer tren, París-Burdeos, en tres horas, para, por fin, poder llegar a un aeropuerto operativo que les llevará a Madrid en hora y cuarto.
Con el tiempo justo, llegarán a la capital de España, donde mañana por la noche realizarán en el Vicente Calderón el preceptivo entrenamiento marcado por la UEFA. Es decir, dos días completos viajando y con un único entrenamiento rutinario. Primera ventaja.

SEGUNDA Y FUNDAMENTAL: LA AUSENCIA DE TORRES
Pero no será esta la mayor breva con la que se encontrará el Atlético, sino otra: la baja de Fernando Torres.
El madrileño se convirtió en ídolo en Anfield desde el primer día, consiguiendo en su primer año 24 goles en la Premier (extranjero debutante en Inglaterra con más goles) siendo superado sólo por Cristiano Ronaldo.
Lastrado por las lesiones en la rodilla derecha, que le ha obligado a pasar por quirófano (la misma por la que ya se operó en enero), sólo ha podido jugar 21 partido de Premier. Sin embargo, en ellos ha logrado la friolera de 18 tantos, siendo el destacadísimo máximo goleador del equipo (le sigue Dirk Kuyt con 9 goles en 34 partidos...).
En palabras de Jorge, “Fernando Torres es medio Liverpool”, con lo que el Atlético debería aprovecharlo.

¿CÓMO VAN?
No ha sido ésta la temporada del Liverpool, en un año en el que había muchas esperanzas depositadas (demasiadas, según Benítez) tras luchar la campaña pasada hasta el final por la Premier (con récord de puntos en la historia del Liverpool) con el Manchester de Cristiano y Rooney.
La salida de Xabi Alonso a pocas fechas del comienzo de la Premier ha sido un handicap que no han podido superar. Su ausencia fue cubierta por el italiano Aquilani, pero llegó lesionado y no pudo hacer la pretemporada, con lo que nunca ha terminado de entrar en el equipo.
En la Champions las cosas se complicaron pronto con las derrotas en Florencia y ante el Olympique de Lyon, viéndose superados finalmente en la clasificación por ambos conjuntos, lo que les llevó a la UEFA.
En la Premier, dos derrotas en las tres primeras jornadas (Tottenham, y Aston Villa en casa), y una tercera en el primer encuentro “serio” (2-0 ante el Chelsea) descolgaron a los Reds de la lucha por el título y, más tarde, incluso por la Champions.
Pese a la victoria de ayer ante el West Ham (3-0- Benayoun, Ngog y Kyrgiakos), los de Benítez están sextos a cinco puntos del cuarto (Tottenham, 64 puntos) y tienen un partido más, con lo que incluso la UEFA peligra (el Aston Villa es séptimo sólo un punto por debajo) a falta de tres jornadas.
En la Carling Cup fueron eliminados pronto por el Arsenal (2-1), mientras que en la FA Cup cayeron en el partido de desempate ante el modesto Reading (1-2).
Así las cosas, la UEFA (donde han superado al Unirea Urziceni, el Lille y el Benfica) es su única manera de salvar la temporada.

¿QUIÉNES JUEGAN?
El Liverpool de Rafa Benítez utiliza un esquema que podría desmenuzarse en un 4-4-1-1, donde los dos últimos elementos son piezas claves. El primero es Steven Gerrard, que también aquejado por varias lesiones a lo largo del año no ha alcanzado su cenit este año. Y el segundo es Fernando Torres. Se complementan a la perfección, uno creando y asistiendo, y el otro desmarcándose con velocidad y matando. Pero el fuenlabreño no estará en lo que queda de temporada, con lo que la táctica de orden, contención y salidas fulgurantes al contragolpe, queda coja con su ausencia.
Tampoco puede estar en Europa, por la misma razón que Tiago, otro ex atlético, Maxi Rodríguez, cuya lucha y llegada le han convertido ya en fijo. Su ausencia obligará a que Kuyt actúe en banda derecha, y no arriba, como ocurrió en el último encuentro.
Así las cosas, el presumible once que Benítez plantará en el Calderón es el siguiente (entre paréntesis, goles en la Premier):

25 PEPE REINA: En su quinta temporada en Anfield es uno de los ídolos de la afición y posiblemente el portero titular de España de no ser por Casillas. Uno de los mejores porteros con los pies y un baluarte bajo palos.

2 GLEN JOHNSON (3): Fichado del Portsmouth, ha sido la mejor incorporación de este año. A sus 25 años es el lateral derecho titular de la selección inglesa y ha recuperado el tono tras una lesión de varios meses.
16 SOTIRIS KYRGIAKOS (1): Es un central lento y al que se le pueden buscar las cosquillas. Un seguro por arriba, peligroso también en las jugadas ofensivas a balón parado.
Es titular por las bajas del central eslovaco Skrtel (podría llegar a la vuelta), y la de los laterales izquierdos Fabio Aurelio, y el titular de esa banda, el argentino Insúa, que estará de baja lo que resta de temporada, lo que ha obligado a Agger a desplazarse a esa posición.
23 JAMIE CARRAGHER: Tras toda una vida en el Liverpool (casi 600 partidos oficiales) el vicecapitán de los Reds es, a sus 32 años, el líder de la defensa. Seguro atrás, fuerte por arriba y siempre bien colocado, es su falta de rapidez el defecto que el Atlético debe explotar.
5 DANIEL AGGER: Desplazado al lateral izquierdo por las citadas bajas, podría volver al centro de la zaga en la vuelta si está listo Fabio Aurelio (que podría llegar, aunque muy justo, al Calderón).
Alto y peligroso por arriba, el danés dará seguridad a la zaga, aunque no se prodiga en las subidas.

18 DIRK KUYT (9): Un bregador con una extraordinaria llegada. Recuerda a Maxi en cierto modo, ya que aporta lucha en el medio campo y goles arriba, aunque tiene más pegada. El internacional holandés es el segundo máximo goleador del equipo y podría jugar arriba si las circunstancias lo requieren.
20 MASCHERANO: El “jefecito” fue reservado en el último compromiso liguero (el único titular que descansó). Un auténtico depredador de la parcela ancha, arrasa con todo aquello que encuentre a su paso y sabe tocar con criterio al compañero más cercano.
21 LUCAS LEIVA: El sobrino del mítico Leivinha no ha heredado la calidad de su tío. No ha rendido al nivel que se esperaba cuando llegó, aunque se ha hecho con el puesto de titular tras la salida de Xabi Alonso. Se caracteriza más por su fuerza y capacidad defensiva en medio campo que por su labor de creación.
15 YOSSI BENAYOUN (6): Un israelí cuyo currículum eran el Racing de Santander y el West Ham podía parecer poco para el Liverpool. Sin embargo, tras tres años en Anfield es titular indiscutible y es uno de los futbollistas de más calidad del equipo. Ayuda en las labores de creación y aporta gol.

8 STEVEN GERRARD (7): ¿Qué se puede decir del gran líder de los Reds? Más ahora, con la baja de Torres, la presencia del capitán del Liverpool debe engrandecerse. Un todoterreno que aparece por todas las parcelas del campo. Los problemas físicos le han impedido este año ayudar más en las labores de creación en medio campo, pero el fútbol ofensivo de su equipo pasa por sus botas. Un auténtico peligro a balón parado, tanto en faltas directas como poniéndolas con su guante al área.
24 DAVID NGOG (5): Este jovencísimo delantero francés (acaba de cumplir 21 años) cumple su segunda temporada en Anfield tras ser fichado del PSG. Espigado, rápido y buen rematador, ha cumplido con esfuerzo como sustituto de Torres, aunque es imposible compararle con las prestaciones del español.

El Liverpool se encuentra en una situación parecida al Atlético en cuanto a su plantilla: no hay más cera que la arde. Las lesiones y la cortedad de efectivos hacen que haya pocas posibles variantes desde el banquillo. Las dos fundamentales son éstas:
4 Alberto Aquilani: El italiano fichado de la Roma aporta visión de juego y mucha llegada. Sin embargo, Benítez no ha terminado de confiar en este futbolista, también afectado por las lesiones, y mucho menos para partidos a domicilio. Podría contar en la vuelta si el resultado es adverso para los ingleses.
19 Ryan Babel: El holandés ha mejorado en los últimos tiempos y es un futbolista que podría dar otras opciones tanto en el ataque como en cualquiera de las dos bandas del centro del campo.
HISTORIA Y TRAYECTORIA RECIENTE
El Liverpool FC es históricamente el club más laureado de Inglaterra, aunque en los últimos años el Manchester United le ha ganado muchísimo terreno.
18 Premiers, siete Carlings Cup, siete FA Cups, cinco Copas de Europa y tres Copas de la UEFA adornan unas vitrinas repletas.
Sin embargo, no ganan la liga de su país desde 1990, periodo en el que el Manchester ha levantado un total de once de sus Premiers.
En Europa, sólo las siete Copas de Europa del Milan y las nueve del Real Madrid le superan.
Sus dos últimos trofeos continentales serán recordados por todo aficionado al fútbol español: el mítico 3-3 en el que se llevó la Champions por penaltis ante el Milan, tras remontar un 3-0, y la Copa de la UEFA de 2001, en la que venció 5-4 en la prórroga al Alavés, tras terminar 4-4.

CONCLUSIONES
Mi colega Jorge considera al Atleti favorito tras la baja de Fernando Torres
, aunque, como él mismo dice, “son imprevisibles”, y “deberán sacar un buen resultado en el Calderón si quieren pasar”.
Los rojiblancos llevan pensando en este partido desde que eliminaron al Valencia y todos esperamos que en el Manzanares la imagen y la actitud sean las mejores.
La baja de Fernando Torres iguala el partido de ida, donde tampoco podrá estar Agüero, y sería fundamental conseguir una victoria, aunque fuera mínima, para obligar al Liverpool en Anfield a ir a por el partido. Allí, con espacios, el Kun podría hacer mucho daño.
Los Reds pierden muchísimo gol con la ausencia del madrileño, y, pese a las muchas bajas, siguen siendo un conjunto fortísimo en defensa debido al orden que ha impuesto con los años Benítez. Con ello, auguro una eliminatoria de pocos goles.
Firmaría un 1-0 en el Calderón para ir a jugárnoslo todo allí con cierta ventaja. El jueves, es mi cumpleaños, y me deben una final en Europa desde que el 22 de abril de 1993, en el día de mi doce cumpleaños, nos birló la de la Recopa el Parma. Sería un buen regalo.

domingo, 18 de abril de 2010

Se acabaron las pachangas; el jueves, en serio

El Atlético de Madrid finalizó anoche su “pretemporada” de cara a las semifinales de la Copa de la UEFA ante el Liverpool. Y lo hizo con derrota, como ante el Espanyol y el Xerez.
El jueves, ya no habrá más probaturas. El Liverpool de Fernando Torres visita el Manzanares, sin el ex rojiblanco, que no jugará ni aquí, ni allí, después de que hoy se haya confirmado que se operará de su rodilla derecha.
El jueves ya no valdrá quedarse mirando mientras el rival remata hasta tres veces en tu área. El jueves,el contrario no se te podrá adelantar en la marca en un corner. El jueves, no habrá sitio para las concesiones. El jueves, el 100% será lo mínimo exigible.

TORRES, ¿LA RODILLA O EL CORAZÓN?
Resulta difícil hacer una crónica de un partido del que uno esperaba poco y que finalmente acabó en derrota, cuando uno sólo tiene la cabeza en el Atleti-Liverpool, y encima acaba de enterarse de que Torres no jugará.
Cuando he leído en la portada de As.com que el fuenlabreño deberá operarse su rodilla derecha y no jugará en mes y medio (llegará justo para el Mundial) primero he sentido alegría. El Liverpool pierde a su mejor jugador para enfrentarse a nosotros.
Pero después, pensándolo, esto le quita un gran aliciente a la eliminatoria, y es el hecho de que Torres viera pasar por encima, camino a un título, a su equipo de toda la vida, en detrimento del club al que se marchó “para crecer”.
Eliminemos o no a los Reds, el ex estandarte de los rojiblancos no estará allí para padecerlo, ni estaría tampoco para jugar una hipotética final.
En cualquier caso, el Atleti es lo primero, y, apartando oscuros anhelos, la ausencia del mejor jugador del rival siempre debe ser sinónimo de buenas noticias.
Torres finalmente se operará hoy “por consejo de un médico español”, perdiéndose, por segundo año consecutivo, el reencuentro con la que fue su casa y la posibilidad de jugar una final europea.
Hay quien apuntaba a aplazar el quirófano hasta después del Mundial. Yo, ya no sé qué dolor es mayor, si el de la rodilla desgarrada, o el del corazón del fuenlabreño, que no quiere vivir in situ ninguna de las dos posibles caras de la moneda de este duelo. Mi madre señala al corazón. ¿Ustedes qué piensan?


LO PROMETIDO: EL VILLARREAL
Pero toca hablar del Villarreal y, como quiera que en mi última crónica les recomendé no ver el partido, que ya se lo contaba yo, lo prometido es deuda, así que vamos a ello.
Volvió el Atleti al modelo de visitante, con sólo un delantero
. Por fortuna, esta vez el punta era Agüero, que no jugará la ida ante los ingleses, y, por fin, Forlán descansaba.
El partido era igualado y la actitud era distinta a la de los dos partidos precedentes.
Con un Atlético dominando más el juego, Reyes apareciendo entre líneas, y Simao buscando el desborde por banda. Así, llegó la primera ocasión, en un nuevo mano a mano marrado por el Kun, esta vez por el acierto descomunal de Diego López, que sacó con la plancha su disparo.

PELOTA ROJIBLANCA; GOL AMARILLO
Pese a que la pelota era rojiblanca, el gol fue amarillo. Un corner botado por un ex, Ibagaza, fue rematado de espuela por Godín, que puso el 1-0. El balón entró mansamente por el palo corto, fácilmente evitable de haber alguien en los postes.
Los de Quique siguieron a lo suyo, tocando la pelota y llegando hasta línea de tres cuartos. Pero ahí, se nublaban las ideas, y Agüero era el único referente. La mejor ocasión llegó tras un corner. Hasta ocho tuvo el conjunto rojiblanco. En uno de ellos, Perea prolongó en el primer palo y, en el segundo, Agüero, forzado, cabeceó fuera.

UJFALUSI SE SENTÍA DADIVOSO
Pero el Atlético quiso hacer un regalo que mató el partido. En concreto, Ujfalusi. Y por partida triple. El checo, excelente lateral, anoche de nuevo central, quiso salir con la pelota controlada desde la cueva. La perdió en la frontal, lo que posibilitó la colada de Cani hasta el punto de penalti, donde fue derribado. Mientras unos reclamaban penalti y otros lo negaban, Ujfalusi despejó contra Valera (que era de los segundos), lo que aprovechó Llorente para rematar a portería. De Gea salvó el disparo y Ujfalusi, que se sentía dadivoso, completó sus obsequios quedándose mirando cómo Rossi apuntillaba el 2-0. Alguien tenía que acabar metiéndolo...

MONÓLOGO ATLÉTICO
La segunda parte fue de dominio absoluto madrileño, lo que por un lado quitó cierto mal sabor de boca y, por otro, ayuda a recuperar algo de la tensión competitiva y la moral que reclamaba el miércoles pasado.
Antonio López rozó el gol en un remate de pecho que sacó Diego López con una espectacular mano; la misma que metió abajo minutos después a un disparo ajustado de Reyes, en una de las pocas veces que el Kun pudo marcharse de Musacchio (prometedor central argentino).
A la segunda que lo hizo, llegó el merecido gol, tras un bonito pase picado de Reyes, que Agüero bajó con el pecho y cruzó fuera del alcance de Diego López (2-1). Le vendrá bien el tanto al argentino.
Los nervios del Villarreal, propiciaron pérdidas tontas que a punto estuvieron de costarle el empate (en una de ellas Tiago tiró rozando el palo) y, desde luego, demostraron que este submarino amarillo no es el que era, dominado con claridad en su estadio por los madrileños.

NO ENTIENDO A QUIQUE
Al final, Quique sacó a Forlán (¿para qué?) por Tiago (el único que no jugará ante el Liverpool...); y sólo dio cinco minutos a Ibra para que se comiera el césped. Antes, déjenme mencionar que quitó a Domínguez por Valera en el minuto 25 por una “situación táctica”, en lo que esperemos no sea ningún castigo para el mejor central de la plantilla.
Si el orden y la seriedad del equipo, principalmente en UEFA y Copa, no se le puede negar a Sánchez Flores, algunas de sus decisiones en cambios y alineaciones continúan desesperándome.
El martes publicaré un artículo con el análisis del Liverpool, rival al que habrá que superar para traspasar la delgada línea que este estrambótico año separa el triunfo más histórico del fracaso más estrepitoso.

jueves, 15 de abril de 2010

Mejor no lo vean

Quedan seis jornadas que apuntan a suplicio. Anoche, el colista de la Liga, el Xerez Club Deportivo, sacó los tres puntos del Vicente Calderón sin ni siquiera dar muestras de ir al límite. ¿Alguien puede decir que le sorprendiera? Yo, no. Lo que no quiere decir que no me frustre.
Si el Xerez, que apura sus opciones de permanencia, se ha llevado la victoria del Manzanares ante un equipo apático y desidioso, ¿qué nos hace pensar que Tenerife y Valladolid no harán lo propio (próximos visitantes del Calderón)?
Un día más, uno sale antes de tiempo del Master sin estar muy convencido de lo que hace y llega al campo corriendo transcurridos cinco minutos. Con un campo medio vacío (normal) y mientras le está contando a su padre qué tal el día... marca el Xerez.
Un balón colgado al segundo palo por Casado es rematado de cabeza por Bermejo y su parábola bombeada sorprende a De Gea. 0-1.
El Xerez hacía su trabajo y se aprovechaba de un Atlético dormido.

EL SECRETO DE QUIQUE
Sin embargo, los rojiblancos volvían a tener una vez más a su dupla ofensiva en casa, que nuevamente disputó los 90 minutos, esta vez en un triste partido contra el colista...
Ya le he cogido yo el truco a Quique. No es que quisiera agotar sus opciones de alcanzar Europa vía Liga, y por ello formara con la pareja Forlán-Agüero ante Depor, Athletic y Osasuna en casa, pese a tener entre medias partidos vitales en UEFA con Valencia y Sporting de Lisboa. No. Lo que Quique quiere es que no le pinten la cara en casa, para mantener a la afición contenta, cumpliendo dignamente en Liga, mientras se llega lejos en los otros dos torneos.
Por contra, fuera del Calderón, ha sentado al Kun Agüero en el banquillo sin ningún rubor en El Sardinero, La Romareda y Cornellá...
Ya lo apunté antes de anoche, pero Quique Sánchez Flores me corroboró sus verdaderas intenciones con estas declaraciones tras el choque: “No estuvimos a la altura y creo que tampoco había ninguna necesidad de poner en contra a nuestra afición, que no esperaba eso de nosotros”.
Desde luego que no había necesidad, Quique, pero puestos a tirar la Liga, hágalo sin disimulos, no canse a las “estrellas”, y dé paso a la cantera. Que igual hasta nos sorprendemos del resultado.

YA QUE ESTABAN, ALGO HICIERON
Como quiera que estaban en el campo, al gol del Xerez respondió Agüero de inmediato, yéndose de tres y pegando un derechazo que repelió Renan; y después Forlán soltó un zambombazo a la escuadra. 1-1. Hicieron falta tres minutos. 17 goles para el charrúa.
Me decepcionó el Xerez en líneas generales. Encontró dos goles en jugadas puntuales, pero me dio más visos del colista que es, que del equipo que está experimentando una mejoría y que sueña con la permanencia, que pretende.
El resto de la primera parte fue para el Atleti. Andando, al tran-tran, Agüero buscaba el gol por su cuenta (probablemente obsesionado por aquello que se escribe acerca de que no ve puerta -dos goles en toda la segunda vuelta-), Simao se colaba por las bandas, y Raúl García lo intentaba de lejos. Así, llegó una internada de Simao que acabó con un disparo de Tiago paseándose por delante de la portería, después de tocar en la mano de un zaguero azul.

TIAGO NO ESTUVO
Pero Tiago en realidad no estaba. Que los demás tengan la cabeza en otra parte, pase, pero el portugués sólo tiene la Liga, y los partidos contra el Xerez deberían ser sus finales.
Fuera de sitio, demasiado arriba, y dejando el peso de la organización a Raúl García (carga que le queda grande), Tiago falló en controles fáciles y en la primera parte regaló un balón a Armenteros que apunto estuvo de costar el segundo.
Voluntarioso Armenteros
, el centrocampista xerecista buscó el gol con ahínco y ya en la segunda parte mandó a las nubes una gran jugada individual de Orellana, que chuleó con su habilidad a Perea y Valera. Demasiado chulo el pequeño extremo azulón, que tuvo la gracia de tirar el ramo de Pantic en el saque de un corner.
El Atleti sesteaba en su abulia y el Xerez debía pisar el acelerador. Ni le hizo falta. Un balón parado colgado desde la derecha fue rematado de cabeza a la red por Armenteros. A la tercera fue la vencida (1-2).
Quedaba cuarto de hora y Quique dio entrada a Salvio. Antes, Reyes saltó por Simao y Assunçao por Raúl García. Los de siempre. Yo, ya he perdido la cuenta de las convocatorias que suma Rubén Pérez sin debutar. Seguro que él también.
En los compases finales, un remate arriba de Forlán a dejada de Reyes y una jugada personal del Kun que repelió Renan, fueron los últimos intentos de un Atleti que ha decidido que este final de Liga sea una pretemporada para la semifinal de UEFA y la final de Copa.

LOS PELIGROS DE LA "PRETEMPORADA"
El problema, es que hay dos conceptos en fútbol que pueden perderse. La tensión competitiva y la moral. La primera, si se va, no es tan fácil de recuperar. Aunque parece que estos jugadores tienen un interruptor que encender y apagar según la cita.
Respecto a lo segundo, supongo que no es lo mismo recibir al Galatasaray tras haber ganado al Barça; o al Valencia tras meterle tres al Depor; que plantarte ante el cinco veces campeón de Europa, el Liverpool, arrastrando tres derrotas (si se consuma la de Villarreal).
Por ello, y ante lo que pueda pasar, les recomiendo que el sábado, no lo vean. Ya lo veré yo por ustedes y se lo cuento. Lo mío, no tiene remedio.

domingo, 11 de abril de 2010

La Liga, un Callejón sin salida

¿Qué es la UEFA? Una ilusión. ¿Qué es la Liga? Un compromiso. Esto es lo que podría decirse parafraseando (mal) al extraordinario Calderón de la Barca.
Desde que el equipo resucitó, con la llegada de 2010, la Liga se ha convertido en esa incómoda rutina que hay que cumplir el fin de semana entre los emocionantes escarceos de los jueves de Copas.
A excepción hecha de los subidones ante Barça y Valencia, el Atlético se había agarrado con alfileres a la esperanza de alcanzar Europa vía Liga por su buena racha en casa.
Pero esa esperanza tenía que romperse por algún lado y lo hizo en Cornellá, donde un rápido y habilidoso extremo, Callejón, se ha encargado de convertir nuestra recta final en esta competición en un trámite preceptivo.
Un equipo que lleva sin ganar a domicilio desde enero, cuando sumó su segundo triunfo fuera del Calderón esta campaña (las víctimas propiciatorias, Xerez y Valladolid), nunca puede pensar en meterse en Europa.

EL ABURRIDO ATLETI DE LA LIGA
Y es que el Atleti de los fines de semana es otro, y sin la motivación de un objetivo excitante ni la exigencia de la hinchada, se convierte en un conjunto abúlico que pasea por el campo en función del rival.
Así ha ocurrido hoy en el coqueto estadio de Cornellá, donde ya en la primera parte los periquitos hicieron méritos sobrados para marcharse con ventaja al descanso.
En los primeros minutos, una esporádica ocasión de Juan Valera (hoy extremo ante la baja de Simao) no contrarrestó los dos manos a mano de Osvaldo ante De Gea. En el primero, tras gran asistencia de Luis García, el portero madrileño salvó con su pie derecho. En el segundo, su disparo a bocajarro lo salvó De Gea de forma milagrosa por encima del larguero.
El delantero italo-argentino trajo en jaque a la defensa madrileña todo el choque, haciendo sufrir a uno de nuestros baluartes, Domínguez. Antes del descanso, nuevamente le ganó la espalda y tras un buen control remató fuera.

¿POR QUÉ FORLÁN NO PARA?
En el Atleti, con Tiago desaparecido, Jurado perdido y Valera a lo suyo, sólo Reyes ponía algo de picante. Pero arriba sólo estaba Forlán, una vez más, y el uruguayo no da más de sí. Se vio en el minuto 45, cuando ni siquiera corrió a un envío en profundidad de Reyes. No puede. Y, sin embargo, Quique se empeña en exprimirlo. Hoy, nuevamente, le premió con los 90 minutos, con los que ya suma 2.361 en Liga. Mientras, el Kun volvió a ver el encuentro desde el banquillo y sólo tuvo que saltar al campo media horita. 1.860 minutos lleva el argentino, 500 menos, con una década menos en su DNI. No lo entiendo.

RECITAL DE CALLEJÓN

En el segundo acto, comenzó el recital de Callejón. Al minuto de la reanudación, burló a Reyes y la puso en boca de gol. Allí, Luis García la prolongó de tacón y, desde el suelo, Víctor Ruiz la rozó para, llorando, desembocarla en la red. 1-0.
Lejos de reaccionar, el Atlético se convirtió en marioneta de un Espanyol alegre y ambicioso. Callejón buscó su gol en un disparo que rechazó Assunçao, y, a los 20 minutos, se lo regaló a Osvaldo. En un balón buscando la línea de fondo, Callejón volvió a ganar la espalda de la zaga y sacó un centro magistral que Osvaldo cabeceó libre de marca a las mallas (2-0). El italo-argentino encontró el justo regalo a su empeño de la primera mitad. Él y Callejón, desarbolaron a la defensa rojiblanca. El granadino, de sólo 23 años, probó la impotencia de Tiago en la recta final, con una patadita que "premiaba" su gran actuación.

KUN NO LA METE; SALVIO, BIEN
Por entonces, el Kun ya estaba en el campo, y se dejó ver en dos acciones.
En la primera, tras una gran triangulación entre él, Forlán y Tiago, se plantó ante Kameni, pero la cruzó en exceso. Sólo un minuto después, Salvio (que hoy tuvo 15 minutos) le dejó solo ante el portero nigeriano en un gran pase, pero Agüero volvió a fallar y la mano del espanyolista evitó la emoción final. Tengo un compañero que dice estar preocupado por el desacierto del Kun este año en los uno contra uno. ¿Debería preocuparme?
De lo poco rescatable fue precisamente su compatriota, que instantes después se coló por la banda y su pase de la muerte (nuevamente hacia el Kun) lo salvó un defensa sobre la línea. Salvio esta vez sí dejó pinceladas de clase, lo que es una buena noticia tras unas actuaciones mediocres ante las que algunos ya se aventuraban a colgarle el cartel de 'bluf'.
Al final, Ujfalusi se fue a la calle por una entrada extemporánea, e Iván Alonso infligió un excesivo castigo poniendo el tercero (3-0).
Definitivamente, la Liga se convierte en un Callejón sin salida en el que no podemos ir ni para adelante, ni para atrás. Toca pensar en el Liverpool. ¿O ya lo estaban haciendo?

viernes, 9 de abril de 2010

Cómo mola el valor doble de los goles

La verdad, no lo esperaba. No el pasar a semifinales, que como muchos sabéis estaba muy convencido de ello, sino que fuera con un 0-0. El partido cumplió uno de los guiones posibles: el Atleti sin arriesgar porque le valía el resultado, y el Valencia para no recibir un gol y verse obligado a marcar dos, y fiándolo todo al arreón final.
No me gustaba esa película, porque nos conocemos, y no paré de repetirlo durante toda la primera mitad. Pero salió bien y nuevamente por el doble valor de los goles fuera de casa pasamos de ronda. Ya sólo queda otra. ME ESTÁN QUITANDO LA EUFORIA
He de reconocer que estaba mucho más contento anoche que hoy. En el campo, con la euforia, ni siquiera me enteré de la tarjeta que privará a Agüero de jugar la ida de las semifinales contra el Liverpool. Será un partido precioso y el duelo de nuestro antiguo ídolo, FernandoTorres, con el actual, Agüero, no será posible por dos tonterías: tirar un baloncito a la grada en el final de Mestalla y marcharse andando anoche. Me jode.

LA PRENSA MADRIDISTA
Como también me jode, y mucho, ver hoy las portadas digitales de Marca y de As. Nadie puede engañarse y sabemos que son periódicos primero del Madrid y luego de lo demás. Pero pensaba que, en nuestra pequeña parcela, también “eran” del Atleti, por su condición de diarios madrileños.
No es cuestión de camuflar la verdad (como suelen hacer con el Madrid), pero que los titulares hablen más del penalti a Zigic que de que el Atleti fue superior y ha llegado a unas semifinales europeas once años después. Que en un partido de un ambiente descomunal, con un colorido extraordinario, la fotogalería del Marca sea única y exclusivamente para el agarrón a Zigic... ¿Con qué foto abro el blog? ¿Con esa?
Y que se destaque en portada el dato de que nos hemos plantado en las semifinales ganando sólo un partido... ¿Por qué no se resalta que estamos en la última ronda no habiendo perdido ninguno? Porque ni Galatasaray, ni Sporting de Lisboa, ni Valencia han sido capaces de derrotarnos...
En fin, que la nube de euforia en la que me encontraba anoche a las once la han destrozado a cañonazos entre lo del Kun (me enteré por la radio ya en el coche) y “nuestra” prensa. Pero siempre se ha dicho: el Marca y el As son del Madrid; el Sport y el Mundo Deportivo, del Barça; y La Farola y La Calle, del Atleti...
Pero desde luego no me imagino ni al Marca ni al As con titulares similares si el beneficiado hubiera sido el Real Madrid...

AMBIENTE EXCEPCIONAL, PARTIDO DE MIEDO
En fin, que seré un forofo (o lo serán ellos), pero mejor me pongo a hablar del partido.
El ambiente ya antes de llegar al campo era excepcional, hasta el punto de encontrarme por la carretera de Toledo a dos coches luciendo la bufanda del Atleti por la ventanilla.
En los aledaños del estadio no se podía ni andar, faltando aún una hora para el comienzo del encuentro.
Un partido que empezó, como digo, cumpliendo uno de los guiones posibles. No lo esperaba y no me agradó. Quería un Atleti que asumiera más riesgo, ya que, al fin y al cabo, un gol nuestro encarrilaba la eliminatoria, mientras que un tanto ché sólo implicaba buscar el empate.
Había pasado cuarto de hora y no pasaba nada. Pasó media hora y la cosa seguía igual. Nada. Y yo repetía que no me gustaba, lo cual asustaba a mi novia.
Sólo un gol mal anulado a Forlán por fuera de juego (se lo dijeron rápido a mi amigo Ger por el móvil) nos hizo levantarnos de nuestros asientos. Y en el Valencia, con Manuel Fernandes y Maduro finalmente de centrales, sólo Joaquín inquietaba con alguna internada. Ni Silva, que estuvo todo el partido recibiendo en el círculo central, ni Mata, ni Villa, tenían la chispa y la intención que mostraron en Mestalla.

EL ATLETI NO SENTENCIÓ Y...
Con el 0-0 llegó el descanso y la convicción de que el Valencia apretaría en los últimos 20 minutos, con lo que habría que ver cómo se desencadenaban los acontecimientos hasta entonces.
Y se fueron desencadenando bien. O casi bien. A los tres de la reanudación, Forlán se plantaba solo ante César y finalizaba con una vaselina muy desviada. Al cuarto de hora, Raúl García (más participativo que en otros encuentros) probaba a César con un zurdazo lejano, y después fue Ujfalusi el que estuvo a punto de meterse hasta la cocina. El checho, por cierto, fue objeto de un penalti tras ser arrollado por Jordi Alba. Que no todo fue el agarrón a Zigic.

....Y EL VALENCIA TOCÓ A REBATO
Y a la media hora, Forlán se sacó un derechazo que la punta de los guantes de César desviaron al poste. La pelota no quiso entrar, y Emery ya había tocado a rebato con la entrada de Vicente y Zigic. Era justo el minuto 70. Era su plan. Y casi le sale.
No entiendo cómo el serbio no juega más en el Valencia (yo volcaría a Silva a una banda y prescindiría de un extremo o de un mediocentro), pero cada balón al área con él generaba una auténtica psicosis.
Su presencia también generó más espacios, lo que posibilitó que Villa se plantara ante De Gea y reventara el larguero. Fue SU ocasión. Pero les quedaban más.
A falta de cinco minutos, un paradón de De Gea ante Zigic evitó el empate y después... el penalti. Ya lo han visto todos, Juanito se colgó de Zigic para evitar el tanto (me sorprende viendo las fotos que Baraja y David Navarro también estaban solos). Los jugadores valencianistas corrieron como posesos a comerse al árbitro, el alemán Florian Meyer, con lo que pensé que había habido una mano. Desde mi zona, y no estoy mintiendo, no vimos el penalti.
No hubiera sido justo. El Valencia fue a remolque en Mestalla y anoche sólo buscó el partido quince minutos.

LA AFICIÓN, CÉSAR Y FERNANDO TORRES
Los últimos diez (con descuento incluido de cinco minutos, nunca visto en Europa) los ganó la afición con un aliento excepcional que dejó boquiabiertos hasta a los propios valencianistas.
También a César Sánchez, al que se quiere especialmente en esta casa. Dice que el próximo año vendrá sin reloj. Veremos si el año próximo puedes venir, porque tu reloj biológico se agota amigo. Tic, tac, tic, tac.
Nosotros, donde sí estaremos seguro en dos semanas (22 de abril, el día de mi cumpleaños) será midiendo fuerzas en unas semifinales europeas once años después. Enfrente estará Fernando Torres (si no se lesiona, como el año pasado) y nada me alegraría más que verle cumplir un sueño: ver a su equipo en una final en Europa. A su equipo de siempre. Al Atlético de Madrid.

jueves, 8 de abril de 2010

Oportunidad histórica para el Atlético en la Copa de la UEFA

Veinte veces ha disputado el Atlético de Madrid la Copa de la UEFA, incluida esta edición de la remozada Europa League (a la que se cambió el nombre por restar un equipo a cada grupo en la liguilla...) en la que el Atlético de Madrid cayó de rebote.
Veinte veces en las que los resultados han sido, durante muchísimos años, bastante desalentadores.
Y es que la UEFA, hasta finales de la pasada década, no fue una competición que se le diera bien al Atleti.

LAS PRIMERAS SEMIFINALES, EN 1965
Hasta el año 1998, el Atlético sólo había llegado una vez a las semifinales de esta competición en toda la historia. Fue en la campaña 1964-65, donde el Atleti de los Madinabeytia, Griffa, Calleja, Luis Aragonés, Adelardo, Mendoça y compañía fueron privados de llegar a la final en el partido de desempate por la Juventus de Turín.
Nunca se igualó esa cota hasta las temporadas 1997-98 y 1998-99
, donde en aquel entonces los Molina, Aguilera, Santi, Vizcaino, Caminero, Kiko, Vieri, Pantic, Juninho o Roberto se toparon nuevamente con dos italianos: la Lazio, primero, y el Parma, al año siguiente.
¿Qué recordáis vosotros de esas dos últimas semifinales de UEFA?

LA COPA DE EUROPA Y LA RECOPA SE DABAN MEJOR
Mientras que en la Copa de Europa los colchoneros han llegado una vez a la final (la fatídica y recordada por todos del maldito Schwarzenbeck en el año 74) y varias a las semifinales; y en la Recopa se fue finalista hasta tres veces, levantando el título en 1962; en la UEFA nunca se ha llegado a la gran final.
De hecho, hasta en siete ocasiones el Atlético de Madrid ha caído en los treintaidosavos de final de esta competición, a manos de equipos tan variopintos como el Groningen (dos veces), el Dínamo de Dresde o la Timisoara. Y en otras cinco oportunidades cayó en dieciseisavos, frente a conjuntos desde el Warengen o el Panionios, hasta el Bolton hace dos temporadas.
Se ha tratado, pues, de una competición tildada de maldita por muchos, pero que en este año el camino a la gran final está cerca. Y empieza por hoy. Por ello, quiero recordar a aquellos que lograron el pase a las semifinales en las dos últimas ocasiones:

TEMPORADA 1997-98
CUARTOS DE FINAL IDA (3 de marzo de 1998) Vicente Calderón:

Atlético de Madrid 1-0 Aston Villa
Molina; Aguilera, Santi, Andrei, Toni; Bejbl, Vizcaino, Pantic (Paunovic), Lardín (Nimny); Kiko, Vieri.

Goles: 1-0- (42') Vieri.

CUARTOS DE FINAL- VUELTA (17 de marzo de 1998) Villa Park:
Aston Villa 2-1 Atlético de Madrid
Molina; Aguilera (Toni), Santi, Andrei (Prodan), Geli; Jose Mari, Vicaino, Pantic (Nimny), Caminero; Kiko, Vieri.

Goles: 0-1- (28') Caminero; 1-1- (71') Taylor, 2-1- (73') Collymore.

COMENTARIO
Recuerdo especialmente el partido del Villa Park, donde un gol de Caminero, que fue decisivo en esa UEFA con otros dos goles en los octavos ante el Dinamo de Zagreb (1-1 allí y 1-0 en Madrid) valió para lograr el pase. Se sufrió en la segunda parte donde, pese a tener el partido controlado, el Atleti fue el Atleti y dos goles en dos minutos de los ingleses nos hicieron pasar unos minutos finales de angustia.
Era el primer año de Juninho, José Mari y Vieri, que nos dejó imágenes para el recuerdo como el gol del italiano ante el Paok de Salonica desde el corner y sin ángulo (5-2); o el definitivo 4-4 marcado por Kiko Narváez en la vuelta disputada en Grecia, que celebró tirándose al suelo rígido y haciéndose el muerto, ya que el estadio heleno se conocía como “La Toumba”.

TEMPORADA 1998-99
CUARTOS DE FINAL IDA (2 de marzo de 1999) Vicente Calderón:
Atlético de Madrid 2-1 Roma
Molina; Aguilera, Santi, Chamot, Toni (Geli); Roberto, Baraja, Jugovic, Serena; Juninho, José Mari (Lardín).

Goles: 1-0- (12') José Mari; 2-0- (46') Roberto, 2-1- (75') Di Biagio.

CUARTOS DE FINAL VUELTA (16 de marzo de 1999) Olímpico de Roma:
Roma 1-2 Atlético de Madrid
Molina; Aguilera, Santi, Chamot (Ramón), Toni; Mena (Roberto), Baraja (Njegus), Jugovic, Serena; Juninho, José Mari (Lardín).

Goles: 1-0- (32') Delvecchio; 1-1- (57') Aguilera, 1-2- (89') Roberto.

COMENTARIO
El Atleti pasó por encima de la Roma con autoridad. En la ida se consiguió la victoria con un golazo espectacular de Roberto Fresnedoso por la escuadra tras dos recortes y otro de José Mari, que en su segunda campaña de rojiblanco rayó a un gran nivel. Pinchad aquí para ver la crónica de aquella noche de nuestro amigo Tomi, que ya escribía en Internet por entonces.
Allí se pasó mal en la primera parte con el tanto de Delvecchio, pero la velocidad de Aguilera nos dio el empate y con el encuentro decantado, nuevamente Roberto desniveló la balanza de nuestro lado.
Fue el año en el que se lesionó de gravedad Kiko (lesión que a la postre le retiraría). Tras una gran primera vuelta que el Atleti acabó tercero, el equipo se desfondó y Sacchi fue destituido.
Fue un año parecido a éste. Mal en Liga (peor que este año, 13º), finalista de Copa del Rey (se perdió la final ante el Valencia) y semifinalista de UEFA (se cayó ante el Parma).

Esperemos que este año se mejoren ambos registros. Yo, de cara a esta noche soy optimista. El ambiente va a ser inmejorable, el resultado de la ida es bueno y el equipo ha mostrado en Europa y en la Copa que es un plantel para cotas altas. Hoy se va a demostrar. La historia nos espera.

lunes, 5 de abril de 2010

Ciclos divergentes

El año en que el Deportivo de la Coruña ganaba la primera Liga de su historia, la temporada 1999-2000, el Atlético de Madrid descendía por primera vez a Segunda desde la Guerra Civil.
Ese año fue el último que el Súper Depor ganó en el Vicente Calderón (no todo son rachas negativas), 1-3 con dos goles de Roy Makaay y uno de Víctor Sánchez.
Era un equipazo aquel Depor de Irureta, con Songo'o; Manuel Pablo, Naybet, Donato, Romero; Víctor, Mauro Silva, Djalminha, Fran; Turu Flores y Makaay.
No era manco el Atleti, con Molina; Gaspar, Santi, Gamarra, Toni; Aguilera, Bejbl, Baraja, Solari; José Mari y Hasselbaink. En una plantilla en la que un joven Juan Carlos Valerón era suplente.

SÓLO QUEDAN VALERÓN Y MANUEL PABLO
Del partido de aquel mes de noviembre de 1999 al de anoche sólo quedan dos supervivientes: Manuel Pablo y Valerón. El grancanario representa en sus castigadas y ya veteranas piernas la grandeza perdida del Depor: pequeñas esencias de calidad que hacen evocar la clase de ese equipo añejo, pero entre lagunas de mediocridad y de absentismo.

ATLETI-DEPOR, VIDAS DIVERGENTES
La victoria de ese Súper Depor dio paso a un lustro de gestas: siempre en el podio de la Liga, todos los años en la Champions, y con el “centenariazo” en el Bernabéu en forma de Copa del Rey (2001-02) y esas semifinales de Copa de Europa contra el Oporto (2003-04), tras levantar un 4-1 al Milan, como momentos álgidos.
Mientras tanto, el Atlético pasaba dos años para abandonar el infierno de Segunda y en su vuelta a Primera sumaba temporadas de mediocridades y decepciones, incapaz de superar el séptimo puesto.
El Depor se fue desinflando, su magia se marchitó con la retirada de hombres como Mauro Silva, Fran, Donato, Djalminha... y la venta obligada de futbolistas de la talla de Makaay, Luque... la falta de liquidez hizo que los grandes fichajes brillaran por su ausencia en Riazor, y el equipo no pasó del séptimo lugar en los últimos seis años.
Mientras tanto, el Atlético ha experimentado un lento, pero constante crecimiento, que le ha hecho estar en Europa en las últimas tres campañas y que esta temporada le coloca a las puertas de un título, con opciones aún en dos competiciones.

TRAYECTORIAS QUE SE CRUZARON ANOCHE
Estas trayectorias divergentes se encontraban también en la Liga, donde el Depor había sumado un punto de los últimos doce (cuatro derrotas consecutivas tras la de anoche), y el Atlético encadenaba cuatro triunfos consecutivos en el Calderón (cinco con el de ayer).
El Depor se aleja de Europa tras varias jornadas instalado en UEFA, mientras que el Atleti se acerca a ella. Mucho han cambiado las tornas desde el enfrentamiento en la primera vuelta (jornada 11), donde los blanquiazules se impusieron 2-1 de penalti en el último minuto, situándose quintos con 22 puntos y dejando al Atlético antepenúltimo con sólo siete. 33 puntos han sumado los madrileños, por 20 de los gallegos.

Y ASÍ FUE EL PARTIDO
El encuentro hizo honor a la situación de ambos conjuntos. No esperaba mucho de los rojiblancos, convencido de que lo importante viene el jueves y de que no hay equipo, por más que lo exprimamos (y lo estamos haciendo en demasía), para tres competiciones.
Pero Quique volvió a situar de partida a Agüero, Forlán y Simao. Y eso es mucho.
Mucho más de lo que el Depor puede ofrecer, por lo que no confiaba, pese a nuestra posible relajación, en una victoria gallega. “Como mucho un empate”, vaticinaba. Y eso es a lo más a lo que aspiraba Lotina.
Con un único hombre en punta y con poca pólvora, el canterano Adrián, y con un nutrido mediocampo en el que la calidad de Valerón y Sergio ya sólo rememora tiempos mejores, con Guardado como el único que ofrece algo distinto, y con dos hombres muy discretos, como Juan Rodríguez y Antonio Tomás, el partido deambulaba nuevamente entre insípido y anodino, a la espera de que un fogonazo de los rojiblancos arriba pudiera decantar la balanza.
Y así ocurrió a los 21 minutos, aunque el fogonazo lo puso un artista invitado: Juanito. El central gaditano, titular por las bajas de Valera y Perea tres meses después, fusiló de cabeza a Aranzubia tras un centro de Simao. El portero vasco respondió con un paradón, pero el rechace lo devolvió con rumbo a portería Antonio López y lo remachó a la red Juanito de media chilena (1-0). Me sorprendió la alegría del ex internacional, que lo celebró con alegría inusitada, teniendo en cuenta su dilatada ausencia y lo improbable de que repita.
Con el 1-0 se llegó al descanso, aunque los de casa dejaron estirarse un poco al Depor, que sólo inquietó con un cabezazo desviado de Adrián.

EL ATLETI MATÓ A UN DEPOR ANESTESIADO
En la segunda mitad, y en vista de que el Depor daba muestras de su impotencia, el Atleti mató el partido. Un error de Aranzubía dejó solo a Agüero ante el meta. Tenía a Forlán a su derecha, como en Valencia, pero esta vez decidió jugársela él. Su tiro lo rechazó Aranzubia, cuyo despeje llegó a Simao que, con Forlán aún solo, también eligió probar fortuna él mismo. El disparo tuvo el mismo resultado, despeje del portero, que acabó donde debió empezar, con Forlán remachando (2-0).
Decimosexto gol liguero del charrúa, al que anoche, y como en Valencia, se volvió a ver bajando a recuperar un balón a su propia área (muy aplaudido, por supuesto). Si el Bota de Oro ha decidido sumarse plenamente a la causa en este final de temporada, habrá mucho ganado.
Con el Depor de anestesiado a moribundo, los rojiblancos pusieron el tercero en una gran jugada de Ujfalusi, que una vez más demostró ser el mejor lateral de la plantilla.
El checo tiró una doble pared con Tiago y Forlán, recortó a Lopo en línea de fondo y asistió para que el propio Tiago la empujara a la red (3-0).
Pese a estar todo resuelto desde antes del 3-0, Quique volvió a tardar una enormidad en hacer los cambios e hizo debutar al canterano Molino, aunque sólo le concedió cinco minutos.

HAY QUE CERRAR EL CICLO
La UEFA se acerca a cinco puntos, pero el Atleti tiene otras dos citas mucho más importantes para cerrar el ciclo. El jueves, frente al Valencia, el equipo debe volver a unas semifinales europeas y hacernos soñar con una final continental 24 años después. Y en mayo (supongo) deberá doblegar al Sevilla para volver a levantar un título.
Sevilla y Valencia son dos de los clubes que nos han discutido el puesto de tercero de España en esta década. Recuperar ese escalón y volver a llenar las vitrinas, son los requisitos para completar el círculo. Al Depor, le auguro tiempos difíciles.

viernes, 2 de abril de 2010

El Atleti ilusiona con su segunda final del año

Queda mucho todavía. No hemos pasado los cuartos de final y ya estamos pensando en la cita de Hamburgo el 12 de mayo. Pero es que este Atleti de los jueves ilusiona.
Salía el equipo colchonero a Mestalla frente a un Valencia con el cartel de favorito, según muchos entendidos. Y los primeros cinco minutos fueron rojiblancos (ayer de negro). El equipo madrileño tocaba más, disponía de su primer corner y tiraba a puerta. Sin embargo, pronto replicó el Valencia, y lo hizo con gol... anulado. Un disparo de Villa era rechazado por De Gea, el balón caía a pies de Pablo Hernández, que la dejaba atrás a Villa y gol. Por fortuna, el extremo estaba en fuera de juego.

UN COMIENZO CARDÍACO
Fue el primer aviso de lo que iba a ser un constante intercambio de golpes. César despeja de puños un cabezazo de Domínguez; Villa tira rozando el poste; Pablo regatea a De Gea e incomprensiblemente se resbala y chuta flojo con la zurda; Simao recorta a Jordi Alba y saca un zurdazo al poste, que Kun no puede remachar en el rechace...
Otros días, esta retahíla de ocasiones me bastan para resumir un partido. Anoche, sólo habían pasado doce minutos. Cardíaco para los entrenadores. Complicado también para un cronista...
Pero bonito para el fútbol, en cualquier caso.

LOS "BAJITOS" BUSCABAN LAS COSQUILLAS
El encuentro cesó en ocasiones, como era normal, pero los denominados como “bajitos” del Valencia buscaban constantemente las cosquillas a la defensa rojiblanca, con continuos pases interiores camino de la espalda de los zagueros. Por fortuna, una vez más Domínguez lo cortaba todo. Un defensa con calidad a la hora de tratar el balón, e impecable al corte. Jamás se puede decir: ese gol fue culpa de Domínguez. Y eso es mucho. Muchísimo.
Agüero protagonizó una jugada espectacular en la que se marchó de cuatro dentro del área, pero se fue encerrando hasta quedarse sin campo.
Después, Mata remató al lateral de la red en uno de esos pases interiores que sí encontraron destino.
Y antes del descanso, fue Jurado el que se coló hasta la cocina por el flanco izquierdo, pero sin ángulo, coló la pelota bajo las piernas de César y el balón se paseó por la línea.
Los de Quique no aprovecharon la zaga plagada de suplentes del Valencia, especialmente por la izquierda, donde lo pasó mal el canterano Jordi Alba (300 minutos en Liga).
Y así, llegó el descanso. Con la sensación de que al menos un 1-1 debía estar en el electrónico. Pero el resultado no se movía. Mal para nosotros.

HASTA LOS PRESIDENTES PRONOSTICABAN GOLES
Salieron en el descanso los presidentes de ambos equipos, junto a la bella Sara Carbonero, pronosticando que si algo estaba claro es que habría goles. Al final, pareció que Cerezo y Llorente sabían de fútbol y todo.
Y a los trece de la reanudación, llegó el 0-1. Agüero rebañó con habilidad un balón suelto en medio campo y salió a la carrera. Nadie se interponía en su camino hacia César. Pero es que encima le acompañaba Forlán. ¡Y más atrás Assunçao! Parecía un partido de colegio: tres contra el portero. Pero era real. El único peligro era que Forlán acabara adelantándose al Kun y entrara en fuera de juego, pero no fue así y la empujó tras el generoso pase del argentino.

El Valencia quedó noqueado tras el gol, y Agüero y Jurado rozaron el segundo en un par de disparos que detuvo César. Pero la vicisitud, transformada en zapatazo desde 25 metros de Manuel Fernandes, quiso que el rumbo del partido volviera a cambiar. El portugués, hombre de unos tres goles por temporada, alojó el balón junto a la cepa del poste derecho. Imparable (1-1).

EL ATLETI DE LOS JUEVES NO SE RESIGNA
Había que resignarse pensando que el 1-1 era mejor que el 0-0 de hacía diez minutos.
Pero el Atleti de los jueves no se resigna. Ése es sólo el de los fines de semana. El Atleti de los jueves sale a por todas y apura hasta que cierren los bares en busca de llevarse a la guiri más guapa.
Así, cinco minutos después, un corner prolongado por Domínguez fue cabeceado por Antonio López, solo, a la red. El gol sirvió al capitán para redimirse por su fallo en la marca en el gol de Xabi Alonso en el Bernabéu. El joven Jordi Alba hizo de Tiago, quedándose y rompiendo el fuera de juego, y Bruno hizo de Antonio López, dejando solo esta vez a nuestro capitán para poner el 1-2.
Quedaban menos de 15 minutos y el resultado hacia tocar las semifinales con los dedos, mientras el himno del Atleti resonaba en las gradas de Mestalla en boca de una afición capaz de silenciar cualquier estadio.
Entonces Forlán sí corría para defender y bregaba cada balón en medio campo. Unas semifinales de UEFA sí motivan al uruguayo. Así, nadie le pitaría.
Y pudo sentenciar nuevamente el equipo madrileño, en una ocasión de Jurado cuyo disparo tropezó en un defensa casi en la línea.

VILLA ENCONTRÓ SU GOL
Pero el Valencia no había dicho su última palabra, y un trallazo impresionante de Bruno sacaba astillas al larguero. Demasiados golazos para un mismo día.
Aunque allí estaba Villa. El asturiano no había mojado y minutos antes De Gea le había sacado una doble ocasión con dos paradones impresionantes. Y tenía que marcar.
Cuando Quique dice que Salvio no está preparado tácticamente es por algo. El argentino, que salió con el 1-2, replegó casi andando y entró sin fuerza a Vicente. El valenciano combinó con Jordi Alba y la jugada acabó en un dos para uno contra Perea, ya que Salvio no le siguió. Balón atrás del extremo y zurdazo de Villa a gol. 2-2.

TRES PASOS PARA OTRA FINAL
Todavía tuvo el 7 de España una última oportunidad, pero su disparo lo repelió De Gea abajo. Dice el chico que puede que el de anoche fuera uno de sus mejores partidos con el Atleti. Apenas lleva unos 20 oficiales. Pero crece por minutos.
Él y Domínguez, la cantera en resumidas cuentas, el cariz rojiblanco en las venas, son dos de las claves de este Atleti molón de los jueves. Diez años sin una final son demasiados. Dos finales en un mismo año sería apoteósico. 24 hace de la última. Quedan tres pasos. En el Calderón, no se pueden escapar vivos. A mí, hasta me empieza a gustar la musiquita de la Europa League: "Tiri-ri-ri-ri-ri-ri-riii..."