martes, 28 de febrero de 2012

Vídeo: Pérez Lasa manda retrasarse a Gabi y Salvio de la barrera del Atleti

Ya lo había leído en algún foro rojiblanco. Se comentaba que el colegiado del Atlético-Barcelona, Pérez Lasa, había mandado apartarse a la barrera rojiblanca antes del decisivo gol de Messi.
Esas afirmaciones, contrastaban con la idea de que el Barcelona no hubiera pedido barrera, teoría que todos habíamos asumido tildando a nuestros futbolistas de pardillos.
El vídeo ya ha salido, nuestros compañeros de Siempre Atleti lo han subido a Youtube, y es sorprendente ver cómo, sin que efectivamente ni Xavi, ni Messi pidan barrera, Pérez Lasa, de motu proprio, decide levantar su mano izquierda e indicar a Salvio y a Gabi, que como cualquier profesional bien metido en un partido estaban delante del balón, que se retrasen...

INCLUSO DA EL OK A MESSI...
Lo más irrisorio del asunto es que después de este gesto, y de que nuestros futbolistas asuman que se ha pedido barrera y atiendan las instrucciones de Courtois de espaldas al balón, Pérez Lasa hace un gestito con su mano derecha, la que sujeta el silbato, como diciendo a Messi: “Tú tira, que estos son tontos”.

El tanto supuso la victoria blaugrana, les mantiene con mínimas opciones en la Liga y, sobre todo, rompen la racha imbatido del Atlético de Madrid y le aleja de la Champions.
Y yo me pregunto ¿Desde cuándo un árbitro manda apartarse a los futbolistas de una barrera si el rival no ha pedido pasos...? ¿No están para eso las tarjetas si algún jugador decide obstaculizar el saque del rival...? En este caso no. El colegiado vasco decidió auspiciar la pillería de Messi, y encima le animó a que lanzara, para después disponerse a contemplar la obra de arte del argentino.

El Atleti mereció perder con el Barça en la primera mitad, pero se hizo acreedor del empate, incluso de la victoria, en el segundo acto. Y es doloroso ver cómo una acción de este tipo te priva de algo que habías conseguido en el campo ante un rival de la talla del Barcelona. ¿Esto no es recurrible...?

lunes, 27 de febrero de 2012

Cuando el mejor es encima el más listo

Retrotráiganse por un momento a su época de estudiantes. Imagínense en el colegio, en el instituto, me es lo mismo. Recuerden su etapa rodeado de libros.
Ahora, recuerden al más empollón de su clase. A ese que siempre se sabía la lección de corrido. Ése que constantemente sacaba sobresalientes y que incluso alguna vez lloró por un notable. Ya lo tienen ¿no?
Ahora, recuerden a ese compañero no tan brillante, pero que sacaba buenas notas a base de pillerías. Tal vez alguna vez usó una chuleta. Quizá sólo se apuntó algunas fórmulas en la calculadora. O simplemente sabía cómo “ahorrar” tiempo, qué era lo que “no hacía falta” estudiar y, aunque uno sí invertía su tiempo en mirarlo, por si las moscas, luego él tenía razón, y no caía en el examen... ¿Ya?
Normalmente esos dos perfiles no suelen coincidir en la vida. Pero ahora junten ambos. ¿Qué les sale? Leo Messi.

LEO MESSI: CAPAZ DE TODO
Un futbolista capaz de llevarse un balón entre cinco contrarios y batir al portero con sutileza, pero habiéndosela llevado con la mano (minuto 7).
Un jugador con la clarividencia suficiente para encontrar al compañero solo, pese a estar él rodeado de rivales (la jugada del 0-1).
Y una figura, sobre todo, con el ingenio, la astucia y la picardía suficientes para, en el minuto 81, con un partido muy cuesta arriba para los suyos, sufriendo, con la Liga más que perdida, decidirse a poner en la escuadra una falta lateral, aprovechando que nadie había pedido barrera. Ése es Leo Messi.
Y cuando un jugador capaz de desnivelar un partido regateando a cinco contrarios por su infinita clase, es encima también más avezado que todos los que le rodean para marcar cuando están en bragas, entonces, al resto lo único que les queda es esperar a septiembre. O dedicarse a otra cosa...

YO NI VI EL GOL. OTRO MÁS ASÍ...
Les reconozco que no vi el gol de Messi. Vi la pelota ya dentro y al argentino celebrando el decisivo tanto con alborozo. Estaba distraído, como Courtois, como Juanfran o Salvio en la barrera. Con la diferencia de que yo no tenía que parar ningún tiro.
Duele porque supone no puntuar en un encuentro en el que el Atleti lo mereció. Duele porque encima somos contumaces en el error. Ya nos hizo lo mismo en el Camp Nou hace cuatro años. Entonces fue el 3-0 dentro de una humillación general (6-1). Ayer supuso la derrota por si solo.
También me fastidia que, el día que fue a nosotros a quienes se nos ocurrió la pillería, Tiago se llevó la tarjeta y le anularon un gol que hubiera supuesto el 2-1. entonces sí habíamos pedido barrera. Claro. El tonto siempre es el de rojiblanco... O por corto, o por pasarse de listo.
Pero en esta vida, y más contra el fuerte, no se puede ganar yendo de corto. Siempre hay que intentar ser más listo. Aunque te pases.

DE CORTO EN EL PRIMER TIEMPO
El Atleti fue de corto en la primera parte, y cerca estuvo de haber dilapidado ya sus opciones de triunfo. Me sorprendió el planteamiento del Cholo. Contrario a lo mostrado hasta ahora y, sobre todo, opuesto a los partidos con los que los colchoneros han superado al Barça. Si el Atleti ha ganado al Barcelona tres veces en el Calderón en las últimas temporadas, y por el contrario ha caído goleado en Barcelona, no es por el factor campo. Es por la diferencia de planteamiento.
Así que en la primera mitad los blaugranas acumularon un sangrante 80 por ciento de posesión. Era una posesión estéril en su mayoría, tocando en medio campo con Puyol, Mascherano o Xavi, moviéndola de un lado a otro, pero sin profundidad.
Pero sin oler la bola, es lógico que las ocasiones fueran cayendo.
Xavi lanzó rozando el poste nada más comenzar; Luego encontró a Courtois en una falta a la escuadra; El mencionado gol anulado a Messi; Y una colada de Cesc que salvó el portero belga.
Mientras tanto, cada vez que el Atleti robaba, ya fuera en medio campo o en área propia, el Calderón rugía y tocaba a rebato. Pero es difícil hacer la contra del siglo con los once jugadores metidos en campo propio.

PASÓ LO LÓGICO: UN GOL DE FÚTBOL SALA
En el minuto 36, Leo Messi recibió solo entre líneas, a la espalda de Gabi y Koke (lejos) y con tiempo antes de que le encimara Godín. Y esos errores se pagan. El argentino encontró solo a Cesc en la izquierda, que la puso al segundo palo donde Alvés, el lateral más ofensivo del mundo, empujó el 0-1. Un gol de fútbol sala en un campo grande, y ante un rival encerrado.
Curiosamente, un minuto después del gol, los rojiblancos tuvieron su mejor ocasión, en un balón robado arriba por Adrián en la presión, apertura para Arda y su centro a boca de gol lo salva un siempre valiente Valdés ante Falcao. Así se llegó al descanso, con un panorama, sinceramente, desalentador.

DE LISTO EN EL SEGUNDO ACTO
Así no se puede ganar al Barça. Y bien que lamento que Simeone, que no es precisamente nuevo en estas lides, tardara 45 minutos en darse cuenta. Pero más vale tarde que nunca.
En tres minutos, los rojiblancos sacaron más corners que en todo el primer acto. Y en uno de ellos, Falcao apareció en el segundo poste para volear el 1-1.
Durante 20 minutos, el Atlético de Madrid metió al Barça en su campo. Puyol ahora no tocaba al trote y con diez segundos para pensar cada acción, ahora buscaba el pase a la carrera y melena al viento, teniendo que ceder a Valdés en muchas ocasiones, perseguido por varios rojiblancos.
Ahora no era Adrián el que iniciaba contras imposibles rodeado de cuatro culés, sino que eran cuatro colchoneros los que acosaban a Xavi en cada balón dividido.
Y así, con el Barça asfixiado, tuvo el Atleti dos jugadas enlazadas en las que Falcao y Adrián se iban solos, pero el árbitro señaló fuera de juego (que no era), y el colombiano ganó un balón por alto a Mascherano y Abidal, pero su intento de vaselina lo salvó un rapidísimo Valdés. Qué mala fortuna ha tenido este chico de coincidir en el tiempo con Casillas.

Y ATRONÓ EL CALDERÓN...
El Calderón, callado y apocado en el primer acto, sólo protestando faltas y discutiendo tarjetas, atronó espoleado por su equipo para alcanzar la victoria. Porque no siempre es la grada la que empuja al equipo, sino que en muchas ocasiones es al revés.
El ritmo infernal impuesto por el Atleti fue bajando en intensidad, y en el Barça volvieron a aparecer Xavi e Iniesta para dar la pausa que su equipo necesitaba.
Así, llegó un nuevo gol anulado por mano de Alexis, y un cabezazo desviado del propio chileno, a centro de un Alves que debió irse a la calle por una agresión a Filipe y que Guardiola, tan listo como Messi, evitó mandándole a la ducha antes de que lo hiciera el árbitro.

Y LA PILLERÍA SUPERÓ AL CORAJE Y CORAZÓN
Y a falta de diez minutos, lo que no pudo llegar por la inteligencia natural, ya que el examen se estaba poniendo duro, llegó por la granujería. Messi sacó sin preguntar la ya citada falta, y heló el Manzanares con su osadía (1-2).
Durante mucho minutos, pensé que nos llevaríamos el partido. Tanto esfuerzo, tanta presión, tanta intensidad desbordante, me hicieron verme inmerso en esos partidos locos, sin pausa, sin respiro, en los que acababa apareciendo un Agüero, un Torres o un Caminero, para decantar la balanza del lado de los que derrochan coraje y corazón.
Pero ese coraje y corazón no bastó para que Gabi y Juanfran en los compases finales superaran a un inconmensurable Valdés. Cuando el mejor es encima el más listo, se hace difícil competir.

lunes, 20 de febrero de 2012

La botella medio vacía

Es innegable la mejora notable que ha experimentado el Atlético de Madrid desde la llegada de Diego Pablo Simeone, pero este domingo los colchoneros sumaron su tercer empate consecutivo, que en esta Liga equivale a una victoria y dos derrotas; vieron romperse la racha de imbatibilidad de Courtois en 576 minutos; no se ha perdido, pero ya son cuatro empates por sólo tres victorias; y como handicap de la solvencia defensiva puede hablarse también de inoperancia en ataque, ya que en los últimos 320 minutos se ha metido un gol... y ha sido en propia puerta.SE EMPEZÓ COMO SIEMPRE: BIEN
Salió el Atlético de Madrid al Molinón como viene haciendo desde que llegó el Cholo: mandando y al ataque. Así, a los cinco minutos, Koke, que se afianza con el argentino, dio un pase exquisito al pecho de Falcao que, solo, estrelló su disparo cruzado contra Juan Pablo. Fue la primera de las muchas que fallaría esta vez el colombiano.
Sólo un minuto después, Diego Godín, al que Simeone parece haberle enseñado a entrar en los corners, apareció en el segundo palo para rematar totalmente solo... fuera.
El guión parecía idéntico al de partidos precedentes: un Atlético mandón y llegador, y sólo faltaba ver si el desenlace mostraría la falta de puntería de Santander o el recital de Roma. Fue más bien lo primero.

ADRIÁN SIEMPRE ASISTENTE...
Y no lo parecía cuando, a los 18 minutos, Adrián tira una pared con Falcao ¡en medio campo! se cuela entre dos, rompe a Gregory pletórico de fuerza y velocidad, y con tiempo para pensar en el mano a mano con Juan Pablo saca un tiro cruzado que Canella se mete en propia puerta en su carrera desesperada (0-1). El gol es para el zaguero sportinguista porque el remate de Adrián se iba fuera. Lo que vuelve a hurgar en la herida de su falta de gol. Sobre todo con las enormes condiciones que atesora. Su cabalgada desde medio campo me recordó al primer Torres (goles similares ante Betis o Villarreal). Pero eso que dicen en el vestuario de que si fuera más egoísta, Pichichi... Mucho le falta.

EL SPORTING SE CRECIÓ Y ROMPIÓ LA IMBATIBILIDAD
Así que amparados en nuestro cerrojo en la puerta de Courtois, se podía soñar con una nueva victoria y con entrar en Champions. Pero el Sporting se vino arriba. Con un plus de agresividad con la llegada de Clemente, con Colunga y Barral haciendo daño por la izquierda, y con un público enardecido que lo protestaba todo, los asturianos fueron creciéndose. El primer aviso fue un testarazo de Gregory lamiendo el poste.
Y en el minuto 36, un centro de Barral fue mal controlado por Botía y quedó franco para Eguren (creo que no la tocó con la mano) y superó a Courtois con la zurda (1-1). Curioso que el Sporting haya sido, 21 años después, quien rompa nuestra racha de imbatibilidad. Aunque entonces fueron 1.275 minutos (más del doble que Courtois que, en cualquier caso, ha logrado la cuarta mejor racha sin recibir un gol en la historia del Atlético).
Los de Simeone quedaron KO durante varios minutos y sólo al borde del descanso Diego estuvo a punto de marcar en el segundo palo tras un centro de Juanfran que se paseó por toda el área. Pero salvó Juan Pablo.

EL SPORTING SALIÓ MANDANDO EN LA SEGUNDA
En la reanudación, fueron los gijoneses los que tenían la posesión. En apenas cinco minutos, dos corners para los asturianos y el Atleti ni la olía. Por entonces, uno pensaba que los de Clemente estaban siendo el primer equipo que le discutía la posesión a los de Simeone en mucho tiempo.
Los de Mareo presionaban arriba y el Atlético no la sacaba con la fluidez del primer acto. El partido había cambiado.
Una recuperación en campo ajeno de Filipe Luis dio paso a dos nuevas oportunidades rojiblancas. La primera, un chutazo desviado de Gabi, y la segunda, una buena contra en la que Falcao recorta en el área y su disparo abajo lo saca Juan Pablo con la manopla dura.

ALARMA: DIEGO SE ROMPE
Parecía que el Atleti podía volver a coger la iniciativa, pero entonces pasó lo peor... Diego aparece tirado en el suelo, roto, y abandona el campo cojeando. Sobre el campo tampoco estaba ya Koke, sustituido minutos antes por Salvio en un cambio discutible, con lo que el equipo queda sin brújula. Y lo que es más preocupante, el brasileño no llegará contra el Barça. Si ya las diferencias son abismales, encima últimamente siempre nos falta alguna pieza clave cuando nos medimos a los dos titanes.

SALVIO HIZO DAÑO
En contra de lo esperado, Salvio salió enchufado y protagonizó algunas internadas de mérito (sin contar en la que se cayó tras dar una patada al aire).
En la primera, sacó un gran centro con la derecha que Falcao, a bocajarro y a dos metros de gol, remató blando y al centro. Y en la segunda, a falta de ocho minutos, se coló entre una nube de defensas y la puso al área chica, donde Falcao controló con el pecho, pero incomprensiblemente la pegó abajo y al centro, donde nuevamente apareció Juan Pablo.
Se puede hablar de que el Atleti hace internacionales a los porteros rivales. Pero en este caso, el colombiano adoleció de una falta de puntería importante.
Por fortuna, Courtois salvó un uno contra uno a Colunga (desaprovechado en el Getafe) a falta de cinco minutos. El castigo hubiera sido súper injusto.

SIN TRAJE DE RECAMBIO
Al final, otro punto. Tres en tres partidos. El equipo es seguro atrás, le llegan poco, y genera fútbol y ocasiones. Pero sólo hay uno que las mete. Y cuando no lo hace... Por desgracia, esto se sabía desde que se traspasó a Forlán. De aquí al final, habrá que rezar para que gente como Diego no se lesione (tiene para un mes de baja). Porque el traje de los domingos es bonito, pero cuando se mancha, en el armario no hay más que ropa de mercadillo.

viernes, 17 de febrero de 2012

Algo tendrá el agua cuando la bendicen

El Cholo Simeone va camino de dos meses al frente del banquillo del Atlético de Madrid.
Lo que comenzó con un punto rácano en Málaga (0-0) y con un buen partido ante el Villarreal (3-0), ha seguido con un equipo que arrasó a la Real (0-4), que ganó con solvencia y oficio en Pamplona (0-1) (ambas victorias fuera de casa), y que no pasó del 0-0 ante Valencia y Racing, pero mereciendo mucho más (sobre todo en Santander).
Faltaba el bautismo europeo, y donde esperaba un buen partido que dejara la eliminatoria abierta para la vuelta, me encontré un recital.
MUY SUPERIOR AL TERCERO DEL CALCIO
El Atlético ganó con una superioridad abrumadora al tercero de Italia. A un Lazio que, pese a sus bajas, está a sólo cinco puntos del líder (da envidia ver lo apretado de la parte alta del Scudetto) y le derrotó en su estadio, remontando un marcador adverso, y con un 62 por ciento de posesión...
Un 1-3 en Europa no se consigue en cualquier campo, y a ida y vuelta es garantía de clasificación.
Y es que este equipo del Cholo Simeone cada día me gusta más. A los 50 segundos, Koke se planta en la frontal tras una gran acción personal, y asiste a Falcao, que encañona por encima del larguero... Por momentos temí que fuera la continuación de Santander...
Koke, que rayó a gran altura y parece del gusto de Simeone, fue la principal sorpresa en detrimento de Arda Turan. Yo habría mantenido al turco y sacado a Mario, por ejemplo (aunque también jugó bien). Pero vistos los resultados ¿quién discute al Cholo?

MARCÓ EL LAZIO; EL ATLETI NI SE INMUTÓ
En los primeros minutos, el dominio era total de los rojiblancos. Diego comandaba a un equipo que tocaba y tocaba, aunque era derribado siempre que los defensores laziales podían alcanzarle.
Y las ocasiones iban llegando, la más clara en un error en defensa de la Lazio. Falcao prolonga de tacón, pase de la muerte de Adrián y la zaga romana salva ante la llegada de Koke.
Sólo un minuto después, la Lazio, que apenas había inquietado en un balón largo que despejó Godín, se adelantó en el marcador.
En el 19, Candreva amagó un par de veces el disparo y fue ganando metros. Nadie le tapó, y sacó un zapatazo lejano que Courtois no supo blocar. Y en el rechace, tan raudo como si tuviera 20 años (ya suma 34) el incombustible Miroslav Klose se anticipó a Godín para poner el 1-0.
El segundo máximo goleador en la historia de los Mundiales (con 14 tantos, a sólo uno de Ronaldo) seguirá marcando goles hasta los 40. Si le dejan...
Pero el Atleti ni se inmutó. Sólo un minuto después del tanto, siguió jugando como un minuto antes: con Adrián percutiendo por banda, aunque su centro no encontrase rematador.
Estaba enchufado el asturiano, y a los 25, un centro desde la derecha de Juanfran lo gana de cabeza Falcao y Adrián, en línea, fusila a quemarropa a Marchetti (1-1). El portero italiano no pudo más que levantar la mano pidiendo fuera de juego (que no fue). La pelota, ni la vio.

Y DIEGO SE REIVINDICÓ ALLÁ DONDE FRACASÓ
Y pese al empate, el equipo español siguió como si nada. Con Diego deleitando en el país que le vio naufragar (en la Juve) y dando una exhibición de su clase con balones tocados en faltas, pases en la frontal, amagos y recortes...
Y en el 37, se juntó la clase de Adrián, que prolongó de tacón, con la calidad de Diego, que la protegió y sacó un centro chut, y el instinto de Falcao, que apareció en el segundo palo para remachar el 1-2. El Atleti lo bordaba, y en menos de 20 minutos había levantado el gol “de ventaja” a los italianos.

JUEGA IGUAL, PESE AL MARCADOR
Lo mejor de este equipo, no es sólo que juegue bien y gane, sino que el guión no cambia pese al resultado. Algo en contra de la fama de cicatero que precedía al Cholo y, sobre todo, en contra de lo la parroquia rojiblanca hemos visto durante años en el Calderón, donde un gol a favor significaba bajar las persianas. Lease Manzano, Quique, Abel, Aguirre...
Así que la primera ocasión clara del segundo acto fue también rojiblanca, con la enésima colada de Adrián y otro excelso taconazo para asistir a Koke sin portero, pero su remate lo sacó en la línea un defensa.

EL LAZIO AMAGÓ; EL ATLETI MATÓ
Fue entonces cuando la Lazio amenazó con despertar. Con un Klose que nunca ha sido habilidoso, pero intentaba hacer la guerra por su cuenta, un Ledesma que buscaba revolverse entre líneas, y un Hernanes, el brasileño, que se multiplicaba apareciendo desde atrás. Un par de disparos suyos (de cabeza y con el pie) fueron los únicos cartuchos romanos.
El Atleti había ido a Roma a algo más que a ver al Papa, y a los 62 minutos Diego sacó la bicicleta a pasear, demarró a un contrario, asistió a Adrián en profundidad y éste, generoso como siempre, vio a Falcao en el segundo poste para regalarle el tercero. Pocas veces el colombiano habrá hecho un doblete tan sencillo. Pero siempre está donde huele a gol.

CIERTA TRISTEZA POR SENTENCIAR...
En esos instantes, mi alegría y orgullo por ver al Atlético de Madrid dando un repaso al rival en el Olímpico de Roma, se mezclaban con cierta tristeza (yo soy así) por pensar en que el partido de vuelta en el Calderón quedaba algo descafeinado. De hecho, en cada ataque (que hubo varios con la Lazio groggy) casi prefería que el castigo del 1-3 se quedara así.
Y es que, ¿cuándo es la última vez que recuerdan haber ido a un partido europeo al Vicente Calderón con el pase finiquitado?
Entre el jolgorio de la fiesta, incluso hubo algún pedazo de tarta para Miranda, impecable al cruce, e incluso dejando algún control y algún recorte en defensa con el que recordó a predecesores brasileños que honraron esta camiseta en esa posición.

PRÓXIMA PARADA, ESTAMBUL
El pase está casi hecho, y la próxima parada es Estambul (el Besiktas de Simao ganó 0-2 al Braga), y cuanto más pasan las fechas y los partidos, es más difícil no ilusionarse con el efecto Simeone y preguntarse si realmente era tan malo Manzano. Y es que, algo tendrá el agua cuando la bendicen...

lunes, 13 de febrero de 2012

De ceros-cero, 0-0 y 0,0

En una semana en la que los numerosos ceros del positivo de Alberto Contador han sido noticia (0,00005 por clembuterol), en la que el martes estuve en la rueda de prensa del campeón pinteño, que abandonó la defensa a ultranza de su inocencia, para dejar paso a una resignación callada, sin atacar a TAS, UCI, AMA, y aceptando como un empate lo que en realidad es una derrota, el Atlético de Madrid sí que volvió a empatar, a cero, por tercera vez en la era Simeone.
Pero no es lo mismo el 0-0 de Málaga, donde el equipo apenas disparó a portería y se conformó con el empate desde el inicio; que el 0-0 ante el Valencia, en el que el Atlético fue el único que buscó ganar, aunque en ningún momento acosó con verdadera persistencia la portería de Alves; que el 0-0 cosechado este sábado en Santander.24 OCASIONES A CUATRO
Hasta 24 ocasiones sumaron los rojiblancos por apenas cuatro oportunidades del Racing. Un 65 por ciento de posesión frente a un 35. El único tiro a puerta de los santanderinos fue un disparo centrado de Adrián González al inicio de la segunda parte, que Courtois atajó en dos tiempos. Con partidos así, el belga no recibiría un gol hasta 2013.

Mi perdí los primeros minutos del choque porque tuve un partido de Fútbol 7 en Moratalaz, pero por la radio escuché que el único que mandaba era el Atleti, y que Falcao en un peligroso cabezazo y Adrián con sus internadas, estaban haciendo daño.
La oportunidad más clara del primer acto fue una bonita combinación Falcao-Tiago-Adrián que terminó con un delicioso taconazo del luso para dejar solo a Adrián, pero su tiro abajo lo salvó Toño. Era el comienzo de la exhibición. Pero, digan lo que digan, al asturiano le falta gol.
Después fue Arda el que, tras una pared con Diego en la frontal, se sacó un trallazo que obligó al paradón de Toño.

DISFRUTEN DE DIEGO MIENTRAS PUEDAN...
Buen partido del turco, sublime el del brasileño. En la segunda parte dio un recital de cómo, prácticamente él solo, mover a un equipo y generar ocasiones.
No me canso de repetirlo y hasta he escrito un post al respecto, pero éste fue mi comentario en Twitter a las 19:20 horas: “Ver jugar a Diego es una delicia. Y que no pagaran estos tíos 8 míseros millones por él. Luego lo lamentaremos #dilesquesevayan”.
Y a final de año nos rasgaremos las vestiduras...
Pero como nuestro sino con esta directiva es “disfruta de él mientras puedas”, pues disfrutamos con la segunda parte del brasileño una barbaridad.
A los cinco minutos de la reanudación, se cuela entre dos contrarios, la pisa como si de un jugador de fútbol sala se tratara, y encuentra a Filipe Luis entre líneas. Pero el centro chut de su compatriota lo salva Toño abajo.
A los diez, pared de Diego con Adrián, se cuela hasta la cocina y su derechazo lo escupe la madera.
Y sólo cinco minutos después, se revuelve en la frontal, se saca un derechazo al que responde Toño con otra gran estirada, y cuando los atléticos conteníamos el gol en la garganta acompañando la carrera de Falcao, el colombiano la manda nuevamente al palo...

LOS MEJORES MINUTOS DE LA ERA SIMEONE
Fueron los mejores 20 minutos de Diego y del Atleti de Simeone. Pero el gol no quiso entrar.
El repertorio de Diego continuó, con un gran pase para dejar solo a Falcao, que el asistente señaló como fuera de juego (no era); y una sucesión de paredes con Arda en la frontal... pero es difícil meterse hasta la cocina...
Un tiro centrado de Adrián dio paso a una pequeña tregua del asedio atlético.
En el 75, Toño volvió a lucirse en un paradón a bocajarro a testarazo de Domínguez. Por entonces comenzaba a estar claro que no iba a ser el día...
El Atleti lo siguió intentando. Tanto Juanfran como Filipe estuvieron muy incisivos por los flancos. Especialmente el brasileño, al que me sorprendió escuchar que está completando su mejor temporada. Juraría que era mejor en el Depor... Eso sí, en Santander rayó a gran altura, apurando línea de fondo con habitualidad, aunque su último centro nunca encontró rematador.
En los últimos coletazos, sólo Gabi, con una falta muy alta, y Pizzi con un tiro al centro (vaya 20 minutitos que se marcó el portugués) volvieron a inquietar a Toño.
Cuando el capitán la pegó arriba, por cierto, eché de menos a Antonio López, que apenas está jugando este año, y a Simao. Si no me equivoco, ni un gol de falta directa ha conseguido el Atlético este año. Y así se consiguen muchos puntos. Que le pregunten a Simeone.

DOS PUNTOS MENOS, PERO A EUROPA
Al final, el Atleti se dejó dos puntos que mereció sobradamente, y muchos se acordaron de la tan cacareada tarjeta de presentación del Cholo de “me gustaría atacar una vez y hacer un gol”.
Sin embargo, el punto vale para meter por primera vez a los rojiblancos en Europa y colocarse a sólo un puntito de la Champions. La racha es buena. La actitud y el juego, también. Pero no tiren las campanas al vuelo. El 10º puesto está a sólo tres puntos. Y el descenso, a ocho...
Hay mucho que remar. Veremos en Roma. Es ahí donde el Atlético debe demostrar si quiere ser grande.

martes, 7 de febrero de 2012

Con las redes rojiblancas no es suficiente

Presentaba el Calderón una entrada caliente, pese a la ola de frío y la “hora” de frío. Las 21:30 un domingo nunca será hora de fútbol, por mucho que lo hayan adelantado media horita.
Las porterías colchoneras estrenaban redes rojiblancas, con unas franjas más estrechas de las que yo recordaba nunca (¿eran tan finas en el Doblete?), y en el fondo sur del estadio rezaba una pancarta con el lema “El espíritu del 96”.
Curiosamente, en ese fondo había un hombre, Paulo Futre (que me debe una entrevista todavía por fijar...), cuyo espíritu de unos pocos años antes (del 1987 al 1993) sí que haría falta para reverdecer viejos laureles.POR ENTONCES NO HABÍA ESPÍRITUS QUE INVOCAR
El problema de fondo es que en su época, y en el 96 si me apuras, no había nada que recordar, no había espíritus que invocar, ni orgullos que revivir. Por entonces, la grandeza del Atlético de Madrid aún seguía viva, latía en el ambiente, se imbuía en cada nuevo jugador según llegaba al club, no había que invocarla porque aún estaba presente. La importancia de ser atlético era una tradición que se trasmitía de padres (Arteche) a hijos (Aguilera), y así sucesivamente...
Pero eso se perdió hace mucho tiempo. Ahora es difícil explicar lo que nadie ha vivido. Y es complicado convivir en un vestuario en el que el más veterano en el club tiene 22 años y en el que el capitán acaba de venir de Zaragoza. Y hará falta mucho más que unas redes rojiblancas para recuperar esa grandeza.

EL ATLETI LO INTENTÓ MÁS
Así que salió el Atleti con sus redes nuevas, con un entrenador campeón del Doblete en el banquillo y su efecto de victorias, y con uno de los mayores ídolos en la historia del club en la grada animando, pero no fue precisamente un arranque espectacular.
El Atleti proponía, intentaba llevar el peso del partido, pero la única ocasión en el primer cuarto de hora llegó merced a un buen cabezazo de Adrián al que respondió Alves con una palomita.
El tercero de la Liga vino al Calderón como los otros 16 (a excepción de Barça y Madrid), juntos atrás y a dejar pasar los minutos. Y si de casualidad llega una contra, bienvenida sea. De lo contrario, se firma el empate a cero en el minuto 15.
Sólo Piatti en un tiro desde fuera del área obligó a intervenir a Courtois en todo el partido. Con rivales así, podrá seguir sumando jornadas imbatido (cinco ya). Lástima que Barça y Madrid vengan en breve.
El partido fue entrando en una fase de indefinición y sólo al borde del descanso el Atleti apretó unb poco. Pero la más clara fue un mal remate de Adrián al que no llegó Falcao por poco en el segundo palo.

EN LA SEGUNDA PARTE, SIN DOMINADOR
Si la primera parte fue mala, pero al menos con peso rojiblanco, la segunda fue peor. Durante muchos minutos, nadie habría sabido decir quién dominaba. Pelotazo arriba, pelotazo abajo, dos que saltan de cabeza a luchar un balón, otro que se pega en la banda por una pelota dividida. Un partido digno de regional, donde un patadón a la frontal del área rival es interpretado como un extraordinario pase en profunidad.
De esa forma llegó precisamente una de las mejores ocasiones del Valencia. Soldado amenazó con plantarse solo ante Courtois, pero Miranda, rapidísimo al cruce, evitó males mayores. No me gusta el brasileño, pero completó un gran partido el domingo, siempre atento y anticipándose en cada lance.

"¡AHÍ ESTUVO!"
El partido olía a 0-0 desde la Peineta (¿Qué pasará al final con la Peineta? Hoy Esperanza Aguirre ha dicho que “no se puede pretender sacar dinero público a costa de hacer colmenas en las zonas residenciales...”) y sólo hubo una jugada clara que pudo cambiarlo.
Falcao se internó por banda diestra con metros por delante, buscó el pase de la muerte para Adrián, pero encontró a la zaga ché. Sin embargo, el rechace le quedó franco para marcar, pero su tiro, superado Alves, dio en el muslo de Rami y se paseó por la línea hasta perderse fuera... “¡Ahí estuvo!”, lamentó el Calderón al unísono. Pero no entró...

Y PESE AL 0-0, TODOS CONTENTOS...
Y nadie movió el 0-0. Y se fue la gente pese a todo satisfecha. “Con esta actitud iremos a Champions”; “El empate es bueno”; “El Valencia es un equipazo ¡Es el tercero en la Liga!”; “Un punto hoy es un muy buen resultado...”, se escuchaba en los aledaños camino a casa.
Y es que son muchos años de mediocridad y de conformismo. De séptimos puestos y de Intertotos. De añitos en el Infierno y de cuartas plazas en Neptuno. De ídolos caídos y de jugadores prestados. De ilusiones vendidas y de identidades traspasadas. De discursos vacíos y de bolsillos llenos. De ventas de magia y de nóminas pagadas con retraso. Y eso no se cambia con unas redes rojiblancas.
Y es que de ilusión también se vive. Pero de imagen de marca, no.