martes, 28 de octubre de 2014

Las guerras púnicas

JORNADA 9- GETAFE 0-1 ATLÉTICO
Goles: Mandzukic.
Entre los años 246 y 146 antes de Cristo se produjeron tres guerras entre las dos principales potencias del Mediterráneo occidental: Roma y Cartago. Recibieron el nombre de Guerras Púnicas, ya que era la denominación con la que los romanos se referían a los cartagineses.

OPERACIÓN PÚNICA 
Más de dos mil años después, el 27 de octubre de 2014, la Operación Púnica sacudía gran parte de Madrid, en una nueva actuación contra la corrupción en la clase política en la que caían detenidas hasta 51 personas, entre ellas el exconsejero de Presidencia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, y los alcaldes de Parla, Valdemoro, Collado Villalba, Serranillos del Valle, Torrejón de Velasco y Casarrubuelos, implicados en una trama para el cobro de comisiones por la adjudicación de obras en los diferentes Ayuntamientos.
En este caso, la Guardia Civil bautizó a la operación con el nombre científico del árbol de granado, por la implicación del exconsejero madrileño y en su día número dos de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid, con lo que nada tiene que ver con las guerras púnicas.

Sin embargo, algo muy parecido a una guerra fue lo que se vio el domingo 26 de octubre sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez, y la Operación Púnica fue lo que me impidió escribir esta crónica hasta hoy.
Me pasé todo el lunes, desde las 11:30 y hasta las 22:30 a las puertas del Ayuntamiento de Parla, en mi labor de corresponsal de la zona sur para la Cadena COPE y la Agencia EFE, informando de los detalles de la detención del regidor de este municipio, José María Fraile, y de los registros en este Consistorio, que se prolongaron durante más de 15 horas...
Pueden pinchar aquí si les interesan más detalles sobre cómo se desarrolló la Operación Púnica en el Ayuntamiento de Parla y leerán una de mis crónicas del día.
Si quieren escucharme, aquí pueden oírme en el avance del informativo nacional de COPE, y aquí en el desarrollo del propio informativo.

LAS GUERRAS PÚNICAS EN GETAFE
Pero si están aquí doy por sentado que les interesarán mucho más las guerras púnicas libradas entre Getafe y Atlético de Madrid el domingo.
Mucho se había hablado durante la semana de la hasta ahora infalible estrategia del Atleti a balón parado. Cosmin Contra manifestó en una rueda de prensa previa al partido lo siguiente: “No sé si los entrenadores somos muy torpes a la hora de defender el balón parado del Atlético o es que ellos son muy buenos”.
Y como Contra no es tonto, lo que hizo fue exigir a los suyos una “intensidad” especial en cada corner o falta cercana al área en contra.
Alexis soltaba un manotazo a Mandzukic... Juan Rodríguez se colgaba del cuello de Miranda... o Velázquez se abrazaba a Godín... Así, en cada acción a pelota detenida, lo que provocó que en un par de ocasiones Melero López parase el juego para pedir calma.

SIQUEIRA FUE EL MEJOR
Pese a ello, el Atleti fue capaz de hacer una buena primera parte. Siqueira estuvo más entonado que de costumbre y nos dejó un precioso regate, pisando la pelota por su espalda, que terminó con un disparo que despejó Guaita a corner.
Todas las internadas vinieron por su banda. Un pase atrás que Griezmann dispara en semifallo y Raúl García mete la puntera para que acabe atrapando Guaita. Otro centro que despeja la zaga getafense y el rechace lo recoge Raúl García, cuyo tiro abajo repele Guaita y la defensa azulona acaba conjurando el peligro.
Y pese a ello, marcó a balón parado. En un corner que despejó la zaga, Griezmann remata el rechace, Guaita despeja como puede, Arda no acierta a engancharla y Mandzukic, que pasaba por ahí tras una pelea de callejón oscuro con Alexis, aún tiene tiempo de remachar el balón a la red. 0-1 y había mucho ganado.

LA BATALLA
El Getafe amagó con reaccionar a través del fútbol a la salida de vestuarios, con una triple ocasión que solventó con seguridad Moyá, quien minutos más tarde evitó un gol olímpico de Sammir.
Sin embargo, fue un espejismo, y decidió que tenía que ganar el partido a través del arte de la guerra. Allí, Mandzukic se siente a gusto, no rehuye la pelea, y tras el enésimo encontronazo con Alexis, éste le soltó el puño y se fue a la calle.
Aquello dio origen a una fea trapisonda con pisotón de Juan Rodríguez (no tuvo una idea buena) al caído Mandzukic, y poterior empujón de Miranda en represalia.

UN FINAL DE PARTIDO LAMENTABLE
Después de cobrarse un prisionero, el Atleti decidió que no era necesario seguir jugando y, contra diez, protagonizó una media hora final lamentable en la que mereció que le empatasen. Por el contrario, el Getafe no mereció empatar y, en inferioridad, sólo Yoda (tiene muy buena pinta este chico) generó peligro, demostrando una facilidad inquietante en el desborde.

Al final, el Atleti se llevó de la guerra el botín de los tres puntos, lo que le permite seguir en la cabeza de la Liga más igualda de los últimos nueve años: 1º Barcelona- 22 pts; 2º Sevilla- 22 pts; 3º Real Madrid- 21 pts; 4º Valencia- 20 pts; 5º Atlético- 20 pts.

PD: Anoche no pude ver la gala de los premios de la Liga de Florentino Pérez (LFP), pero pediría a alguien que sí la viera que me explique por qué Simeone fue uno de los galardonados en un certamen de premios del Real Madrid...

jueves, 23 de octubre de 2014

Juanfran caracolea; Arda la levanta; Koke la pica

JORNADA 3- ATLÉTICO 5-0 MALMÖ
Goles: Koke, Mandzukic, Griezmann, Godín (corner), Cerci.
“Se ve que por abajo también sabemos jugar”, dijo Koke (máximo asistente de la Champions con cuatro pases de gol, por cierto) con una sonrisa pícara cuando atendió a los medios después del partido.
La jugada del 1-0, la que abrió la que por entonces aparentaba ser una muy seria defensa sueca, está al alcance de pocos equipos que no sepan tocarla.
Arda la protege junto al corner. Tras un par de amagos cede a la derecha, donde aparece Juanfran. El alicantino (ha comenzado la temporada enorme) caracolea, y pasa atrás para Mario. El canterano la pone al área donde Griezmann, de primeras, habilita de nuevo a Arda. El turco la para, piensa, taconea mientras los zagueros desesperan, y de pronto la levanta entre dos defensas y encuentra a Koke, que la pica cruzada y pone el 1-0. Golazo. Monumental. Precioso.

PRIMER ACTO ANODINO
Hasta entonces, no nos engañemos, la primera mitad había sido más bien monótona. Me la pasé enfrascado en una larga conversación con mi amigo Ger, al que invité al encuentro por su 28 cumpleaños (que fue el lunes) sobre la vida, el amor, el trabajo... e incluso en algún momento hablamos del Atleti, muy avanzada ya la primera parte.
Sólo un gol anulado a Saúl por fuera de juego; y un trallazo con el que Griezmann reventó el larguero (tras otra exquisitez de asistencia de Arda) sobresaltaron nuestra charla.
Los suecos no parecían gran cosa, y debía ser cuestión de tiempo que el Atleti encontrara puerta. Lástima que fuera dos minutos después, y no antes, cuando Arda, avisando, remató fuera una dejada de Mandzukic. Me fastidiaron una apuesta a que el Atleti iba ganando ya al descanso.

DIEZ MINUTOS DE LUJO
Sin embargo, en diez minutos del segundo acto me hicieron olvidar la apuesta perdida.
Al gol de Koke (minuto 48) le sucedió otra gran jugada colectiva. De nuevo, Arda la inicia; Griezmann nuevamente de primeras abre a banda; Koke pone un pase profundo para Juanfran; que se la devuelve al canterano y su centro, al primer palo, lo remata con la puntita de la zurda Mario Mandzukic, anticipándose a su par (2-0).
Todavía duraban los abrazos cuando Mario conectaba con Koke, el vallecano tocaba de primeras para Griezmann y el francés, tras un recorte, saca un zurdazo que el portero repele en una parábola que acaba por besar las mallas (3-0). La suerte que esquivó al galo en el poste ante el Espanyol o el larguero antes citado, ahora no le rehuyó.
El detalle de que la cosa funciona, Antoine fue corriendo a abrazarse con ese técnico que viene dejándole habitualmente en el banco. Algo tendrá el agua cuando la bendicen...

MANDZUKIC EN DEFENSA
Quedaba casi media hora por delante y ahora mi pronóstico de 3-0, imposible al descanso, se antojaba corto.
Tampoco forzó la maquina demasiado el equipo rojiblanco. Mandzukic, que se faja en defensa como un gladiador (lo que le ha evitado la posibilidad de escuchar pitos, pese a su escaso bagaje goleador), estuvo a punto de cometer un penalti en una acción en la que el árbitro sacó amarilla al delantero sueco (se la sacó limpia); y la más clara la tuvo Mario Suárez, tras una espectacular jugada de Juanfran en la que, ante la duda de qué hacer, decidió colarse entre dos defensas como Pedro por su casa. ¡Rayo! Al de Alcobendas se la sacó Olsen con un paradón (de las pocas que olió). Los goles llegarían después.

OTRO CORNER; OTRO GOL DE GODÍN
Era el minuto 87 cuando el Malmö, 3-0 abajo y con un corner en contra, se decidió a hacer un cambio... “Pocos vídeos del Atleti ha debido ver el entrenador sueco para, precisamente en un corner, ponerse a hacer una sustitución. Algo que ya de por sí prohibe el manual. Estaría bien que marcáramos ahora”, le comenté a Ger.
Y debió escucharme Diego Godín, quien volvió a conectar otro cabezazo imperial en un corner de Koke, llegando en carrera desde varios metros atrás (4-0). Lo del uruguayo y Miranda va a ritmo de récord.
La goleada la cerró otro que necesitaba ver puerta (como Mandzukic y Griezmann): Alexio Cerci. También debatía sobre el italiano con Ger, que piensa que se estrellará como Diego en su última época. “Tiene mucha clase y está fuera de forma”, le replicaba. Y lo demostró en el 5-0. Recorte, zurdazo buscando la escuadra que encuentra el poste, pero recoge el rechace y la pone de nuevo al mismo sitio, esta vez abajo.
La tragedia de Atenas ya parece de otra época, el Atleti es líder del grupo y empieza a asentar sus virtudes también en la máxima competición continental: 423 minutos sin encajar un gol en el Vicente Calderón en la Champions. Ni Barça, ni Chelsea, ni Juventus, ni Malmö lo han logrado en cuatro partidos. El último en hacerlo fue Kaká en el minuto 27 de los octavos de final. También algo de otra época. Que pase el siguiente.

lunes, 20 de octubre de 2014

Mediodía; media estrategia; medio Atleti; media afición

JORNADA 8
ATLÉTICO 2-0 ESPANYOL
Goles: Tiago, Mario Suárez (corner).

No me gustan los partidos a las doce del mediodía. No me cansaré de repetirlo. No para un club
grande como el Atlético de Madrid. Ni para un partido de Primera, añadiría.
Quien más quien menos (yo más que menos) trasnocha los sábados; aunque te levantes temprano a nadie (casi) le apetece tomarse una cerveza, un vino o un whisky a las once de la mañana (lo que le resta toda la gracia a la previa. La anula, vaya); y las colas son inevitables porque todo el mundo accede al estadio a la misma hora. Son tan inevitables que, aunque entres al campo en el minuto cinco (como fue mi caso), todavía hay colas en los tornos para pasar al estadio.

MEDIA ESTRATEGIA
Mientras me acercaba al trote al Vicente Calderón cruzando el río Manzanares (hay que ver qué bonita han dejado esa zona. No suelo verla porque vengo desde Pirámides habitualmente) pude escuchar el gol-huy provocado por un remate de Arda tras un corner, que sacó Casilla a bocajarro.
En los periódicos se volvió a decir que el Atleti ganó gracias a la estrategia. Pero yo en este caso hablaría de “media estrategia”.
El 1-0 de Tiago llegó tras un rechace en el que ya poco había de balón parado. Gabi, que estuvo mejor que en ocasiones precedentes robando varios balones en campo enemigo, puso un buen centro desde la derecha y un precioso cabezazo en parábola de Tiago se antojó inalcanzable para Casilla (1-0).
Hasta su lesión (los 33 no perdonan y encima le vuelve a llamar Portugal...) Tiago fue de largo el mejor del Atleti. Recuperando la bola en medio campo y dando salida siempre con criterio. Y encima le sumó el gol. El segundo en Liga. Los mismos que Mandzukic... pero del croata hablaremos después.
El segundo sí llegó en un corner. Aunque quien hable de pizarra en un balón que gana como puede Godín en el segundo palo, la pone al primero donde Giménez la devuelve a boca de gol, y allí aparece Mario Suárez para empujarla (2-0), aprovechando que media zaga periquita había salido en desbandada (nunca mejor dicho), es que ha ensayado pocas jugadas en su vida...

MEDIO ATLETI
Pero volvamos a Mandzukic. El sábado salía publicado que la de esta temporada era la delantera rojiblanca menos goleadora en los últimos once años.
Mandzukic (dos goles), Raúl Jiménez (uno) y Griezmann (cero). Incluían a Cerci (cero goles), aunque bien podría entrar Raúl García (un gol), que marcó un tanto importante en la Supercopa, pero en Liga sólo ha anotado de penalti. La delantera con la que les comparaban era para echarse a temblar. La de la 2002-03: Fernando Torres (uno), Javi Moreno (cero), Nikolaidis (cero) y Rodrigo (cero).
Si bien es cierto que seguramente somos el equipo en el que ya han marcado más jugadores diferentes, diez (Miranda (3), Mandzukic (2), Tiago (2), Godín, Arda, Koke, Saúl, Raúl García, Raúl Jiménez y Mario), el potencial de intimidación y los goles que aportaban Diego Costa (sobre todo) y Villa, se ha perdido.
El año pasado a estas alturas se habían sumado 24 puntos (siete más) y anotado 21 goles (también siete más), de los cuales Diego Costa había firmado diez y Villa dos.
De hecho, de falta de delanteros fue de lo que adoleció el Atleti en la primera parte. Raúl García no lo es (aunque a veces lo parezca) y Mandzukic cayó demasiadas veces a la banda. Resultado, en las innumerables llegadas por banda de Juanfran y Ansaldi, en muchas ocasiones sólo había un rematador en el área.
Así estuvo a punto de marcar en una chilena el navarro, y en un cabezazo lamiendo el palo el croata.
Así que sin delanteros, destacan los defensas. Godín estuvo imperial. A su habitual anticipación al corte y rapidez en los cruces, en la segunda parte sumó una jugada en la que salió de una presión en la banda con un taconazo, de otra en línea de fondo con un gran recorte, y redondeó su partido en una cabalgada al estilo Beckenbauer que finalizó con un precioso pase bombeado para Mandzukic, pero el croata (que sí recordó a Diego Costa en esta carrera, pese a ser mucho más lento) controló bien con el pecho, aunque la pegó centrada con la zurda.
Giménez no desentonó, aunque Sergio García le rompió en la única ocasión del Espanyol (minuto 13) poniendo un balón cruzado que remató Lucas Vázquez y que Moyá salvó con un paradón.
Mientras que Griezmann tuvo su media hora de rigor que aprovechó con un tiro fácil para Casilla tras pared con Mario, y un derechazo al palo tras driblar bien a Casilla. Sigue siendo poco para un chico que ha costado 30 millones. Por cierto, ayer, el Atleti tenía entre el banquillo y la grada 76 millones de euros: Griezmann (30), Oblak (16), Cerci (16), RaúlJiménez (11',5) y Gámez (2,5). Casi nada...

MEDIA AFICIÓN
Quiero terminar esta crónica destacando otro dato que leí en la prensa la semana pasada: el 45 por ciento de los socios del Atleti son menores de 30 años. Lo que por un lado tiene de bueno lo que subrayaban, que se garantiza el “futuro” de nuestra afición, tiene de malo un profundo desconocimiento de lo que es (o ha sido) y lo que significa nuestro club.
Ayer a mi espalda se sentó un grupito de cuatro de estos jóvenes aficionados menores de 30 años, que se dedicaron a llamar “ébola” a Caicedo (del que les tuve que apuntar el nombre porque no sabían “quién era el negro”); dijeron que el entrenador espanyolista, Sergio González, estaba calvo (que Dios les conserve el oído...); que Moyá podría no haber jugado porque no la había tocado (la del minuto 13 les pilló con el ébola...);  y, sobre todo, mostraron su deseo de que "ojalá nos elimine el Hospitalet, porque para que luego nos echen los vikingos"; y vaticinaron que sólo vendrían si la ida era en el Calderón, “porque con un 3-0 en el Bernabéu”...
Entiendo que les ha tocado vivir la mayor parte de su vida sin ganar al Real Madrid (casi 14 años), pero les recordaría que sin ir más lejos esta temporada ha habido tres enfrentamientos con los vikingos, y que no hemos perdido ninguno (1-1; 1-0 y 1-2). Si “las nuevas generaciones” prefieren perder con el Hospitalet antes que batirse el cobre con el eterno rival, quizá sea mejor que la afición del Atleti se quede sin futuro...

lunes, 6 de octubre de 2014

¿Un mal día o fantasmas del pasado?

JORNADA 7- VALENCIA 3-1 ATLÉTICO
Goles: Miranda (p.p.), André Gomes, Otamendi; Mandzukic.
Seguro que a ustedes se les ocurren muchas. Pero a mí las primeras que se me vinieron a la cabeza el sábado fueron estas tres:
-Enero de 2008. Atlético de Madrid-Real Madrid. Otro derbi en el Calderón. El Atleti acumula nueve años sin ganar a los blancos. Pablo Ibáñez controla un balón en línea de fondo propia e, incomprensiblemente, le entrega un pase a Robinho, quien le burla junto a la línea de cal y la pone para que Raúl González haga el 0-1. Iban 30 segundos...
-Enero de 2011. El Atlético de Madrid pierde por 2-1 en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Intenta aguantar un resultado abierto para la vuelta, después de pasarse los 90 minutos defendiendo. Pero en el 90, un balón llega al área atlética, Filipe Luis “despeja” con la derecha como si la tuviera de palo en dirección a Domínguez, al que se le cuela la pelota bajo las piernas, cae al suelo, y Ozil marca a placer el 3-1.
-Enero de 2011. No sé por qué, mi mente ha guardado dos goles de esta última campaña de Quique en la que el equipo acabó séptimo y fuera de todo muy pronto. Por suerte, quedaba menos de un año para la llegada del Cholo. Ese día, el Atlético de Madrid visitaba El Molinón. Con 0-0 en el marcador llega un balón al área con ventaja para dos zagueros atléticos. Los protagonistas eran Raúl García y Perea. El primero la deja pasar y el segundo, sorprendido, no despeja... la pelota se cuela mansamente entre ambos y David Barral (que ya nos marcó la temporada pasada con el Levante) hace el 1-0 que a la postre fue definitivo... Una jugada digna de “Dos tontos muy tontos”.

DEFENSAS DE MIEDO
Como ven, he nombrado a un hombre en esas “defensas de miedo”, Filipe Luis, que luego ha sido decisivo en la mejor etapa del Atleti del Cholo. Sin embargo, Fabiano Eller, Ze Castro, Seitaridis o Pernía han sido protagonistas habituales en esos años (muy cercanos) en los que las comedias en defensa eran cosa habitual.
Algunos de esos goles fueron muy similares al de hace tres semanas en Atenas, cuando en un balón con ventaja para nuestra zaga, Mario Suárez se tira al suelo, arrebata el balón a Ansaldi, que tampoco entra con contundencia, y lo dejan franco para que Afellay marque el 2-0.
Y sólo hace dos semanas Moyá dejó la portería vacía en busca de un centro que no llegó a sus manos, Godín la dejó pasar, y un tacón inesperado de Pablo Hernández alojó la pelota en una portería vacía...

OTRO GOL ESPERPÉNTICO
Lo del sábado fue parecido a estos esperpentos. Y recuerdo pocos, y muy espaciados, el año pasado.
Sólo iban cinco minutos cuando en un centro blando de Mustafi, al que salió Moyá, apareció Miranda de pronto para meter esa cabeza que tantos goles nos ha dado (a favor) y colarla en nuestra portería (1-0). Si no hubo grito de Moyá o el brasileño se había quedado momentáneamente sordo por el ambiente de Mestalla es algo que no sabremos. Un error digno de entrar en el top de los citados anteriormente.
Era un mal comienzo, pero cuando al minuto siguiente André Gomes se cuela entre la zaga rojiblanca como si fuera Romario, quiebra a Miranda, Jesús Gámez sólo mira, y bate a Moyá bajo sus piernas por el palo corto (2-0) ya nada parecía poder ir peor.
Sin embargo, en el minuto 12, en un corner en el que el Valencia hizo algún bloqueo de esos de los que Nuno Espíritu Santo (que al parecer de santo tiene poco) se pasó toda la semana quejándose, Otamendi entró como una locomotora y cabeceó el 3-0.
El argentino debía tener alguna cuenta pendiente con el Atleti que desconozco, porque jugó el partido a 200 revoluciones. Adelantándose a todos y, cuando no lo hacía, pisando al que se pusiera por delante, algo que Miranda pudo comprobar en un par de ocasiones.

EL ATLETI REACCIONÓ
Pese a todo, el Atleti fue capaz de reaccionar. Una buena pared de Tiago (otra vez el mejor) con Griezmann (otra vez indiferente) le permitió sacar un latigazo que repelió Diego Alves, pero Mandzukic (está donde tiene que estar) cabeceó el rechace a la red (3-1).
El Atleti apretó. Hubo un par de faltas laterales, un par de corners (no hubo más), una carrera de Griezmann en la que pudo quedarse mano a mano, una mano dentro del área de Barragán que no fue pitada, y otra de Gayá que sí lo fue. Era el minuto 44 y el Atleti tenía la oportunidad de irse al descanso con un 3-2, cuando a los 12 minutos le habían endosado un doloroso 3-0. Era una respuesta de equipo grande... Pero Siqueira lo falló.
Tengo entendido que el año pasado había lanzado seis o siete penaltis en el Benfica y los metió todos. Pero aquí ya erró uno en pretemporada y ahora se lo quitó a Mandzukic para realizar un tiro blandito y casi al centro. Ante un parapenaltis como Diego Alves (ya lleva trece en Liga, el portero que más penaltis ha parado en los último 25 años junto a Cañizares).

PERO NO FUE SUFICIENTE
En la segunda parte el Atleti jamás estuvo cerca del prodigio de la remontada. Apenas llegó, sólo Koke lo intentó con verdadero ahínco, y para colmo se desperdiciaron un par de faltas peligrosas con erótico resultado (Gabi y Griezmann protagonizaron una falta “ensayada” muy curiosa).
El Valencia arañó segundos al crono, supo parar el partido y tirarse cuando había que tirarse y el minuto 90 llegó como debía llegar, con la victoria ché.

¿MAL DÍA O FANTASMAS?
Llega el parón de selecciones y el Atleti pasa en un partido de un equipo candidato a todo, tras ganar a la Juve y aplastar a un aspirante en Liga, donde era segundo a dos puntos del líder, a quedarse quinto, con cinco puntos de desventaja y, sobre todo, las dudas sobre si lo de Mestalla fue un mal día (otro) o hay algunos fantasmas del pasado reciente que están resucitando... ¿Ustedes qué piensan?

jueves, 2 de octubre de 2014

Que Arda la Champions

JORNADA 1- ATLÉTICO 1-0 JUVENTUS
Goles: Arda Turan.
Reconózcanlo, a quién de ustedes no le rondó a lo largo del día de ayer, antes de la visita de la Juventus (campeón del Scudetto los tres últimos años) alguno de los siguientes pensamientos:
“Verás como le dé a la Juve por hacernos la gracia... alguna genialidad de Tévez... un gol de cabeza de Llorente... Y como el Olympiacos gane en Malmö... ya tenemos al madridista de turno en la oficina: Bueno, el año pasado campeón de Europa hasta el 93, pero esta temporada eliminados en la liguilla... Parece que el Atleti vuelve a la realidad...”.
Sean sinceros, algo de eso pensaron...

LA JUVENTUS, UN MIURA DE PRIMERA
Pero no, ocurrió todo lo contrario. Como la mayoría de ustedes, miedo aparte, confiaba en este bloque de campeones que ha formado el Cholo Simeone. Capaz de competir (y de vencer) a los equipos más poderosos de Europa, pese a las notables bajas que se han producido.
Enfrente, un Miura de primera categoría: 30 Scudettos (con diferencia, el equipo con más ligas de Italia, por las 18 del Milán y del Inter), nueve copas, dos Champions, una Recopa, tres Copas de la UEFA...
De un verde que hacía daño a la vista y que disgustó a todos los presentes, que por primera vez iban a tener la oportunidad de ver en directo a un histórico como Gianluigi Buffon, pero seguía siendo la Juve.

PARTIDAZO DE ARDA
No fue un buen partido, para qué negarlo, pero era un Atlético de Madrid-Juventus de Champions, y eso ya de por sí es mucho.
Los italianos dominaron con claridad el primer acto (al final, un 63% de posesión) a un atlético en el que los mejores, de largo, eran Tiago (estuvo onnipresente) y Arda Turan.
Se lo dije en el descanso a Juan Esteban (autor de “Arda Turan, el genio de Bayrampasa” y del que ya les hablé con motivo del derbi), de quien se puede decir en cierto modo que Arda “es suyo”: “Partidazo de Arda”. “Enorme”, me contestó.
A los pocos minutos, deja sentados a dos contrarios con una maniobra inverosimil (-¿Has visto quién ha sido, papá? -Claro, Arda. Es el único capaz de hacer eso...); más tarde, roba un balón fajándose a ras de césped para pegarse una carrera de 40 metros, ponerla atrás en el área tras un par de amagos, y la prolongación de espuela de Mandzukic la desvía con la mano Vidal (el árbitro no vio nada. Se comió varias manos. Pero sigo preguntándome de qué valen los jueces de área...); después, en otro robo, asiste a Mandzukic, pero su tiro lo ataja sin problemas Buffon.
Era el mejor dentro de un partido plano. Y aún le faltaba lo mejor.
La Juve, por su parte, controlaba el juego, pero apenas inquietaba, y su único acercamiento peligroso fue un disparo desde la frontal del imponente Pogba (1,88 que parecen 2,05) que se perdió cerca del poste izquierdo de Moyá (por cierto, el portero de los 16 millones, está definitivamente defenestrado).

EL MAYOR SUSTO: MOYÁ
Precisamente Moyá “creó” la única acción que realmente nos asustó, en una jugada en la que reculó para coger dentro del área un balón largo, aparentemente sencillo, pero le costó atraparlo como si al balón (o a sus guantes) les hubiesen untado aceite, ante la amenazante presencia de Llorente.
La más clara del Atleti también llegó de carambola, tras un centro chut de Arda (quién si no) que tras tocar en Lichsteiner rebotó en la mano de Cáceres y no se coló en la portería de Buffón porque el meta transalpino la sacó con los pies.
Los rojiblancos ponían más que la Vecchia Signora en este segundo acto, ya con Griezmann en el campo, pero no parecía suficiente para meter mano a una Juve en la que Buffon no había encajado un gol en toda la temporada.
Los nervios se apoderaban del Calderón y no llegaba el pánico porque las noticias desde Suecia eran positivas: el Malmö ganaba al Olympiacos.

ORGULLOSO DE JUANFRAN
Pero entonces combinaron los tres mejores del choque. A Tiago y Arda se les unió Juanfran. Un tío que en la previa de un partido contra la Juventus dice: “Viene uno de los mejores de Europa, pero el equipo está increíble y vamos a ganar seguro”. Y que después del partido comenta: “Hicimos un gran trabajo. Merecimos ganar. La gente se va orgullosa del equipo”. A mí hace tiempo que me tiene ganado. Parece que ha crecido en otra cantera distinta a la que en realidad se crió. Nos fuimos orgullosos del Atleti, y orgullosos de ti, Juanfran.
El alicantino, que lo intentó sin descanso todo el partido, tiró una pared con Tiago, puso un gran balón al segundo palo y allí apareció quién... bueno, ya lo saben. El turco, Arda Turan, le ganó la espalda a Lichtsteiner y con un toquecito leve con la zurda, casi imperceptible, toc, fuera del alcance de Buffon (1-0). Acababa de marcar un gol que volvía locos de euforia a 50.000 personas que saltaban y gritaban poseídos de alegría y él, a lo suyo, tranquilamente, se tumba y le planta un beso al césped. Y sin inmutarse, oiga.

ARDA ES DE CHAMPIONS
GOOOOL DE ARDA”, me escribe Juan. Y es que “su chico” es un futbolista de Champions. Como los grandes toreros, se motiva más cuando torea en Las Ventas. Y para un jugador al que no se puede medir en cifras, la máxima competición continental sí le mide. El año pasado, tres goles en Liga, y cuatro en Champions: Zenit, Oporto, Milan y Chelsea. Casi nada.
La tragedia de Atenas ayer se tornó en comedia gracias a un otomano. El grupo empieza de nuevo. Cuádruple empate a tres puntos. Pero habiendo ya jugado contra Juventus y Olympiacos. Que Arda la Champions.